- Seguridad
La operación de una banda o bandas de hombres armados dedicada al robo de vehículos en el oriente de la entidad tiene atemorizados a los habitantes de esa región, porque los atracos son más constantes sin que los agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado a cargo de Ernestina Carro Roldán hagan algo para detener a esos maleantes.
Anoche se registraron dos hechos lamentables. El primero se cometió sobre la carretera México Veracruz cerca de San Francisco Villa Tecoac, Huamantla, mientras que el segundo se perpetró en por la misma zona pero en un camino de terracería del municipio de Xaloztoc a la altura de las “básculas”. Ambos conductores decidieron tomar una ruta alterna para evitar el cierre de esa vía de comunicación que estaba bloqueada por un fuerte accidente.
En el primer caso los ladrones que se transportaban en una camioneta color negro tipo Winstar o Voyager les cerraron el paso para después bajar cinco hombres armados que de inmediato procedieron a amenazar al conductor y a su acompañante que viajaban a bordo de una unidad marca Nissan tipo Sentra del año 2017.
Tras tomar el control del vehículo robado, los delincuentes se llevan a las personas afectadas y minutos después las dejan abandonadas cerca de las vías del tren.
En el segundo atraco los mismos maleantes o quizá otra banda de rateros se apoderaron de una camioneta amarilla Ford tipo Lobo con placas de circulación HD3247B. El conductor explicó que decidió tomar un camino alterno para evitar el cierre de la carretera México Veracruz que ya tenía varios minutos cerrada por un accidente, por lo que al entrar a un camino de terracería salió de la maleza un comando de cinco sujetos armados que los obligó a detener su paso.
En la camioneta viajaban cinco trabajadores electricistas que venían de laborar en Puebla y se dirigían hacia Apizaco. Llevan su herramienta y otros equipos, mismos que también fueron robados por esos ladrones que lograron escapar con rumbo desconocido.
El conductor y los trabajadores fueron retenidos por dos horas en terrenos de labor, donde los dejaron sin dinero y sin celulares.