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  • Pedro Sierra
Convocaron a una reunión de urgencia ante el desmantelamiento que sufre el partido que gobernó los últimos 10 años en Tlaxcala entre casos de corrupción e intolerancia

Una reunión de urgencia se convocó entre el cascajo político que queda en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego de que se conociera que uno de los sectores más fuertes del expartidazo, podría formar parte de un nuevo partido y así quitarles los pocos simpatizantes que le quedan a este partido que en Tlaxcala navega a la deriva de la mano del “Tribilín”, Oscar Amador Xochiteotzin que es un mayordomo más del exgobernador, Mariano González Zarur y de su junior, Mariano González Aguirre mejor conocido como “el Marianito”.

Tuvieron que salir en una foto que circula a través de las redes sociales el junior impuesto como diputado federal, Marianito, así como la excandidata derrotada a la gubernatura, Anabell Ávalos Zempoalteca y la eterna dirigente sindical de los trabajadores de la Secretaría de Salud (SESA) y a quien le regalaron una diputación por la vía plurinominal, Blanca Águila Lima.

El asunto fue que se sabe que el exdirigente del tricolor, exdiputado local y extitular de la Secretaría de Fomento Agropecuario (SEFOA), Arnulfo Arévalo Lara registró una organización ante el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) que va encaminada a convertirse en un partido político de manera oficial y restarle el sector campesino al PRI.

Supuestamente, Arévalo Lara no está operando sólo y detrás de las acciones que pretenden que Tlaxcala tenga un instituto político más a costa del erario público, estaría el exgobernador, Marco Mena Rodríguez y su millonario hermano, Fabricio Mena Rodríguez, traicionando así al tricolor que les lleno las bolsas de dinero.

Esto prendió las alarmas en el tricolor y tuvieron una reunión urgente en la que además de los tres vividores del erario público que se tomaron la foto, asistieron otros villanos políticos de la talla de Mariano González Zarur, Beatriz Paredes Rangel, Ernesto García Sarmiento y José Luis Ramírez Conde, entre el deshecho político que queda en el expartidazo.

La intención es que Marianito, se quiere apoderar de las ruinas de las oficinas de Lira y Ortega para preparar su camino a la gubernatura y así sin el talento de su papá pero con muchos billetes producto de los manejos que hicieron en el gobierno local, lo hagan el dirigente del partido que estando en el poder y con millones de pesos no pudieron ganar más que unas presidencias municipales y una diputación local en el pasado proceso electoral.

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