• Educación
  • Adolfo Tenahua Ramos
A Wendolyn Amaro le echaron abajo el negocio de las copiadoras y ahora está desesperada.

A la líderesa de la delegación DIII-1 de trabajadores administrativos, perteneciente a la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Wendolyn Amaro Ramírez y su esposo José Rubén Jesús Joffre Vázquez se les acabo el negocio en la SEPE – USET.  

Este último era el proveedor de banquetes sin formar parte del catálogo de empresas aprobadas por la dependencia, es decir, se hacían adjudicaciones directas para que dotara los eventos de alimentos y que, por cierto, cobraba muy bien.  

La supuesta empresa lleva el nombre de “Ruben´s” -alquiler de vajillas y eventos sociales-. Por el vento del Día de Reyes cotizado para mil 200 personas con roscas rellenas en tres sabores, con frutas secas naturales y con un diámetro de 20 centímetros, lona blanca, tablones tipo herradura con mantel para servicio, 500 tamales de sabores diversos, 800 litros de atole de dos sabores, meseros y logística tuvo un costo de 289 mil 536 pesos, faltaron unos cuantos billetes para cerrarlo en 300 mil pesos.  

Cabe mencionar que Wendolyn Amaro termina su representación en el mes de abril, pero para no dejar el cargo “lo mejor es armar un escándalo y justificar que no hay condiciones de hacer el cambio hasta que las cosas se arreglen y se luche por un pliego petitorio, disfrazado en beneficios para los trabajadores”. 

Otra de las grandes inconformidades de la lideresa es que van a desaparecer la cafetería de la SEPE – USET, y es que, para Amaro Ramírez representa un gran negocio, pues ella cobra la renta del lugar pese a que el agua y la luz son pagados por la administración pública, además que el inmueble es patrimonio de la dependencia estatal.  

No estaría por demás informar que el negocio de las copiadoras también se lo echaron abajo y ahora está desesperada, lo malo es que los más afectados son los trabajadores por que los utiliza Wendolyn para luchar por los intereses de su bolsillo.