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Despiden a dos altos mandos de la PGJE y detienen a policías de investigaciones involucrados en la brutal golpiza propinada a presunto feminicida

La gobernadora del estado, Lorena Cuéllar Cisneros no tolerará que dentro de su gobierno emanado de la 4T se presentan abusos o violaciones a los Derechos Humanos, por lo que dos altos mandos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) fueron relevados de su cargo y entre 6 y 8 policías de investigación se encuentra en calidad de detenidos por la brutal golpiza que propinaron a un presunto feminicida.

Primero fueron los policías de investigación los que quedaron asegurados, luego de que hicieran un excesivo uso de fuerza en contra de Juan Carlos N., principal sospechoso de la desaparición de la joven Ana Laura N. en el municipio de Huamantla y de quien se presume que, sería el autor de una búsqueda que parece no tener fin y que apuntala a que la fémina perdió la vida.

A la mandataria estatal no le tembló la mano para ordenar que los participantes en este interrogatorio en el que “se les pasó la mano” y provocaron muerte cerebral al sospechoso, fueran detenidos para que este abuso no quede impune, pero además fue más allá y ordenó la separación del director de la policía de investigación, Víctor Montiel Ramos, además de quien fungía en la fiscalía del área de Secuestros y de Personas Desaparecidas, así como del agente del Ministerio Público encargado del expediente.

Esta escandalo se suma a varios que ya se han generado al interior de la PGJE y aunque la gobernadora, dio muestras de cero tolerancias a los abusos, son varias las voces que ya piden el relevo de Ernestina Carro Roldán al frente de la dependencia encargada de la procuración de justicia.

Ante la gravedad de lo ocurrido al sospechoso de la desaparición de Ana Laura N., el padrino o madrina que colocó a Víctor Montiel, no pudieron justificar el seguimiento de esta persona dentro de la institución y evidenció que desde su llegada no se realizaron las acciones correspondientes para que comenzara la limpieza de la corporación que es una de las más señaladas por actos de corrupción.

De mantenerse el mismo desorden al interior de la PGJE, la gobernadora podría destituir a Ernestina Carro que en pocos meses ya ha acumulado fallas y poner a alguna otra persona que cuente con la experiencia y el carácter para hacerse cargo de esta dependencia en la que los problemas surgen a diario.

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