• Xicohtzinco
  • Juan Pablo Mena
La solución más fácil para la ineficiencia de la Segob y derivado de la insensibilidad del alcalde es que el Congreso determine la salida del inexperto edil

En las manos del Congreso del Estado está no solo la cabeza del presidente municipal de Xicohtzinco, Luis Ángel Barroso Ramírez quien ha fomentado que persista el conflicto derivado de una desaseada elección que lo llevó a la alcaldía, sino incluso que se busque nuevamente la comparecencia del titular de la Secretaría de Gobierno (Segob), Sergio González Hernández quien ha sido otro factor de división que lejos de ayudar en el cumplimiento de su deber, ha sido clave para que el problema se haya agravado.

A pesar de que la incapacidad ha quedado demostrada en los conflictos de municipios como el de Xicohtzinco, Mazatecochco y Tenancingo, la figura decorativa de la Segob no ha sido removida y la supuesta experiencia, no se ha visto hasta el momento, por lo que pese a los errores, es claro que será más fácil que caiga el edil a que se retome un cambio en la Segob.

La pésima actuación de Luis Ángel Barroso es tal que, incluso la dirigencia estatal de su partido y el diputado local perredista, Manuel Cambrón Soria, se manifestaron por la desaparición del Ayuntamiento de Xicohtzinco, derivado de la arrogancia del joven alcalde que hoy tiene un pie fuera del cargo y con las manos manchadas de sangre.

La ineficiencia de ambas partes, han generado un clima de enfrentamiento que tiene en luto a una familia y que indica que no podrán resolver, lo que abre paso a la injerencia del Congreso local para hacer lo que no pudieron hacer y que ya costó una vida.

La peor parte ya se la llevo una familia de Xicohtzinco y el pueblo, no obstante, todo indica que Barroso Ramírez saldrá del cargo por no ceder en sus ambiciones y gracias a que Crispín Corona Gutiérrez el principal detractor del edil, es un entrañable amigo del titular de la Segob.

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