- Tlaxcala
Apenas se desató la violencia por la detención de dos personas por el linchamiento de un supuesto criminal en la comunidad de Tlalcuapan y a las autoridades se le suma un problema más, ahora por el presunto asesinato de una persona al interior de las instalaciones de la dirección de Seguridad Pública del municipio de Xaltocan, lo que derivó en la quema de patrullas por parte de la población.
La ingobernabilidad es cada vez mayor en diferentes rincones del estado, siendo la incapacidad y la insensibilidad el pretexto para que pobladores quieran tomar la justicia en sus manos, como ha resultado en diferentes conflictos que no se han resuelto en diversos municipios de la entidad, ahora por el supuesto abuso policial por parte de elementos de Seguridad Pública de Xaltocan, quienes se presume que privaron de la vida a una persona detenida.
A ello se suma que ayer fue asesinada una mujer en el municipio de Tepetitla y el intento de linchamiento a un presunto ladrón en Teolocholco, además de un robo con violencia que se registró en Chiautempan, todos estos hechos ante el descontrol que existe y la desconfianza de la población en las autoridades en todos los niveles de gobierno.
Asimismo, hay otros municipios que se mantienen en conflicto como el caso de Xicohtzinco y Mazatecochco, donde se tiene más de un año de ingobernabilidad y ya hay personas fallecidas por la incapacidad e intereses personales de los personajes que están ligados a estos casos.
Los delincuentes saben que difícilmente serán detenidos, como en Xicohtzinco que el asesino de una persona sigue libre, así como los perpetradores que violentaron la casa del alcalde y que todo indica que son protegidos, mientras que los pobladores cansados de la inseguridad y del desinterés de las autoridades han optado por hacer justicia por su propia mano, pero a ellos sí los investigan y los detienen como en el caso de Tlalcuapan.
Estos ingredientes comienzan a generar un mayor clima de ingobernabilidad que podría comenzar a extenderse en otras áreas y rincones del estado, el malestar es generalizado y la incapacidad es evidente pero no es suficiente para que haya un golpe de timón que permita que regrese la estabilidad a varios municipios de la entidad.