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  • Luis Castillo
Todo indica que los nuevos delegados de este partido, buscarán no ceder la presidencia del partido al sanchezanayismo

Aunque escuetamente el encargado de la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Víctor García Lozano emitió una desatinada declaración como los videos que realiza, en la cual afirmó que el nuevo líder del partido sería el varón que más votación obtuviera en la controversial elección realizada el sábado pasado, todo indica que nuevamente el exregidor mintió como a los cientos de defraudados que otorgaron dinero a cambio de calentadores y tinacos.

Tal vez fue mal medida la presión, el acarreo y demás trucos del clan sanchezanayista para hacer al junior, Alfonso Sánchez García el delegado más votado en el proceso interno de este partido y de acuerdo con las desafortunadas declaraciones del supuesto defraudador, tendría que ser el ungido por el resto de los delegados para ser quien encabece Morena, pese a su nula experiencia, basando su mayor merito en ser el hijo del exgobernador, Alfonso Sánchez Anaya.

Pese a que se le ha dado carta abierta a la monarquía sanchezanayista para manejar diversas cuestiones políticas por parte de la morenista número uno del estado, todo indica que el lorenismo, analizará muy bien la situación que se podría tener si se deja en manos de Marcela González y pareja, tomar las riendas de un partido, sin tener una carrera política que permita avizorar que este partido al menos mantendrá la votación alcanzada en 2021 para 2024.

Por un lado, el gris Sergio González Hernández sueña con ser senador y dicen las malas lenguas que la misma posición la quiere Alfonso Sánchez, por lo que las diferencias pueden comenzar a ser más severas a partir de la elección de la dirigencia de Morena, ya que ambos personajes piensan en la sucesión de 2027 a pesar de no dar resultados.

En ambos equipos ya hay descalificaciones y mientras el número dos de la administración manda golpes mediáticos contra el junior, los sanchezanayistas estarían prendiendo el fuego en algunos lugares para que la ingobernabilidad haga ver a su contrincante como un pelele que no puede resolver uno solo de los conflictos del estado.

Finalmente será la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, quien de el visto bueno de quién deberá dirigir a Morena, sobre todo por la calidad moral de la mandataria tras haber dado una votación histórica al partido y lograr números sobre salientes tanto en 2018 como en 2021, siendo evidente los frentes que hay existen en Morena ante una desarticulada oposición que no pinta en el ámbito político.

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