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  • Pedro Sierra
La llegada de Carlos Augusto Pérez a la dirigencia del partido en el poder, muestra el interés de la gobernadora por consolidar el proyecto de la 4T en Tlaxcala


La renovación de la dirigencia estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), terminó con la incertidumbre que se despertó después de que se eligieran a los delegados en las semanas pasadas, evidenciando que el interés de la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros es que la 4T se consolide en Tlaxcala por arriba de intereses personales.

Una vez que se dio la esperada elección y con un nuevo Comité Ejecutivo, el partido en el poder local y federal, se presta para dar la batalla del 2024 y consolidar los triunfos que se lograron de la mano de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2018 y de Lorena Cuéllar Cisneros en la elección de 2021.

Una de las principales características del recién electo, Carlos Augusto Pérez es la sensibilidad y apertura de diálogo, en este caso, hacia los grupos que se han aglutinado en el morenismo y que pretendían hacerse de la dirigencia estatal para seguir en sus respectivos proyectos.

El mensaje de la gobernadora hacia aquellos que ya se veían en las boletas de 2024 fue claro, hay un líder político y se privilegiará el trabajo sobre los proyectos personales y serán candidatos aquellos que muestren trabajo político y no sólo por el compadrazgo.

El mismo Carlos Augusto Pérez, deberá olvidar su intención de buscar la senaduría y concentrarse en que Morena forme una estructura real y no solo utilizar el partido como escaparate como lo hizo el encargado de la dirigencia, Víctor García.

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