• Política
  • Cristian Mastranzo Garrido
Cuando el partido del Sol Azteca tuvo la oportunidad de dirigir el destino de Tlaxcala, la delincuencia tomó fuerza y operó libremente.

El delito de privación ilegal de la libertad se disparó cuando gobernó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el estado de Tlaxcala y esto dejó un antecedente que difícilmente puede borrarse de la historia.

De acuerdo a fuentes consultadas, en la administración estatal perredista que fungió de 1999 al 2005, se perpetraron un total de mil 32 secuestros en distintos puntos de la entidad. 

Las estadísticas refieren que en 1999 se contabilizaron 130 asuntos; en el 2000 – 154 casos; 2001 – 130; 2003 – 76; 2004 – 57 y en 2005 – 485. 

Con lo anterior es evidente confirmar que cuando el partido del Sol Azteca tuvo la oportunidad de dirigir el destino de Tlaxcala, la delincuencia tomó fuerza y operó libremente. 

Cabe recordar que como posible consecuencia de estos crímenes y tiempo después, el   subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada en el sexenio del PRD, Édgar Enrique Bayardo del Villar, fue asesinado en un atentado perpetrado en la cafetería Starbucks de la colonia Del Valle en la Ciudad de México. 

El hecho se perpetró en diciembre de 2009; los proyectiles alcanzaron a una mujer de nombre Eugenia Martínez González, de 53 años de edad y a José Solís Castillo, de 33 años, quien era escolta de Bayardo del Villar.

El occiso era testigo protegido de la entonces PGR, hoy Fiscalía General de la Republica, se le conocía con el nombre de Tigre y le pagaban 50 mil pesos mensuales.

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