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El secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, decidió comer unos tacos de canasta en las calles céntricas de Tlaxcala antes de iniciar su gira de trabajo por el estado.
De sobra se conoce que pretende la candidatura a la presidencia de Mexico por el Movimiento Regeneración Nacional; su sueño es cambiar de la silla a Andrés Manuel López Obrador.
Y como se requiere del voto popular no desaprovecha el tiempo para mostrar que también es gente del pueblo y que puede comer tacos de chicharrón, frijol y papa.
Rodeado por sus escoltas y fotógrafos oficiales, el funcionario en cuestión protagonizó un acto de humildad, pero lo que no contempla es que la gente ya se sabe este cuento que solo se practica en un marco de carrera política y de pedir el voto.