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  • Adolfo Tenahua Ramos
Al interior de la dependencia se informó sobre la desesperación que padece el funcionario, conocido como “el chingaquetido”.

La golpiza que le propinó Luis Antonio Ramírez Hernández a su esposa le saldrá muy caro, tanto que podría terminar en la cárcel y perder la chamba como Secretario de Medio Ambiente. 

Al interior de la dependencia se informó sobre la desesperación que padece el funcionario, conocido como “el chingaquetido”, pues a toda costa evita dar la cara y enfrentar a las autoridades por las denuncias que arrastra en su contra por golpeador y amenazas de muerte.  

Y es que a este medio hicieron llegar imágenes de la conyugue, Tania Vianey Rodríguez González, con golpes en los brazos y de las denuncias penales presentadas en Morelos contra del funcionario que se da aires de “gran operador político”. 

Es lamentable que el gobierno estatal pregone la protección y combate a la violencia contra las mujeres, cuando entre sus funcionarios existe un personaje que ejecuta actos que contradicen los principios de la administración. 

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