- Tlaxcala
Un viacrucis ha vivido Sarahí Whaibe Medrano, desde que fue despedida de manera injustificada el día 25 de Septiembre de 2021, luego de haber laborado por 7 años para Eco Industrias SR S.A de C.V del empresario, Rafael Torre Mendoza.
Tras haber sido removida de su trabajo, recurrió al Centro de Conciliación Laboral del Estado de Tlaxcala (CCLET) para promover la solicitud de conciliación con folio TLA/13226/2021, y así recibir el finiquito de ley que le corresponde por los años de trabajo en Providencia.
La respuesta que encontró la fémina es que, se trata de empresarios muy poderosos y en consecuencia, debía dejarla ahí y permitir la violación a los derechos laborales, situación que la intimido y le provocó daños a su salud.
A casi 2 años de que ocurriera el despido, la agraviada acudió en días pasados a un encuentro de fútbol en la ciudad de Chiautempan, lugar donde vio al empresario Rafa Torre y decidió abordarlo para tratar de que diera fin lo solicitado por ella.
Fue entonces que vio que el automóvil del dueño de la “casa de los sueños”, se encontraba estacionado y buscó entablar una conversación y al acercarse a la unidad, emprendieron la marcha y en ese momento una de sus extremidades fue arrollada por el automotor, además de que para no caer se tomó de la agarradera del vehículo y finalmente terminó en el asfalto.
Posteriormente fue ayudada por gente que se encontraba en el lugar y entró al recinto deportivo, donde quiso platicar con el hijo del empresario pero no pudo porque llegó uno de los de la porra de los Coyotes de Tlaxcala y le cerró el paso.
Sarahí Whaibe narró que esta persona la retuvo contra su voluntad unos minutos y al ver la situación que tenía por el golpe recibido minutos antes, la dejó ir, no sin antes recibir amenazas y ser empujada por varios metros.
La agraviada sostuvo que anteriormente, tuvo un acercamiento con el abogado de Rafa Torre de nombre Felipe Huerta Ortiz, quien le aseguró que no pagarían nada y que le hiciera como quisiera, ya que ellos tienen influencias en el gobierno y no iba a proceder cualquier cosa que presentara.
Derivado de estos hechos, Sarahí Whaibe determinó dar a conocer los hechos, sobre todo por el temor a represalias, ya que al ver lo que sucedió en Chiautempan, le queda claro que a este tipo de empresarios no le importa pasar sobre quién sea.
Incluso en las denuncias realizadas a través de las redes sociales, algunos otros internautas se sumaron a la mujer y dieron a conocer algunos otros casos de abuso por parte de los dueños del grupo Providencia.