- Educación
Luego de dos años y medio de gestión como director de la Unidad Interdisciplinaria en Ingeniería Campus Tlaxcala (UPIIT), Edgar Alfredo Portilla mantiene comportamientos abusivos, más dignos de un capataz de rancho que de director en una de las instituciones de educación pública más importantes de México.
Todo esto en contubernio con miembros del gobierno estatal y municipal, que piden y negocian lugares y canonjías donde todo el mundo sale ganando, menos la juventud tlaxcalteca, que está a punto de perder esta casa de estudios.
Y es que, ha trascendido la inconformidad que el abusivo comportamiento del director Edgar Alfredo Portilla ha levantado con trabajadores del IPN. Mantiene una flotilla de personal que poco o nada tiene que ver con la excelencia académica de esta institución y que únicamente se dedican a ser mandaderos de sus protegidas, como Katy Barba Desales, quien cuenta con una persona con cargo de “Asistencia y Apoyo de Educación”, con la exclusiva función de llevarle desayunos y comidas a su cubículo.
La misma Katy Barba es la encargada de la entrega de credenciales al alumnado, tarea que no realiza y en su lugar, intimida, en conjunto con el personal de seguridad, negando accesos indiscriminadamente o escoltando a personal y alumnos hasta sus lugares de manera prepotente. Ella misma presume su relación de muchos años con el director Edgar Alfredo Portilla, lo que la hace incondicional e intocable.
De presentarse a dar clases, ni hablar para la señora Katy, pues ni aún estando en la misma UPIIT acude a sus salones en los horarios asignados. Una de las principales razones por las que la UPIIT partiría de Tlaxcala es la nulidad de resultados en cuanto a la gestión de recursos estatales y federales por parte del director Edgar Alfredo Portilla y es que, el gobierno estatal había hecho muchas promesas que se está negando a cumplir.
En este sentido, alguien preocupado por la educación en el estado habría buscado más opciones, pero al director Portilla parece no pesarle el tema y se dedica únicamente a cobrar sus cheques, esperando que llegue su retiro.
Al mismo tiempo, las autoridades educativas del gobierno Tlaxcalteca, como el secretario de educación Homero Meneses, tampoco han apoyado el crecimiento de la unidad, pues están más ocupados posando para futuras candidaturas, que gestionando el desarrollo de una excelente oportunidad educativa para Tlaxcala.
La saturación de la UPIIT es clara, pues ya con 700 alumnos la ocupación de salones y baños está desbordada. La concesión de espacios y edificios suficientes es uno de los pactos que estaría rompiendo el gobierno de Lorena Cuéllar y un motivo para buscar otros estados que sí cumplan con la dignidad y calidad en materia de infraestructura educativa del Instituto Politécnico Nacional.
Otra señalada como el filtro por el que entran las contrataciones chuecas de amarres políticos y de conveniencia es Irma Patricia Cueto Quintal, subdirectora administrativa. En colaboración con el director Edgar Alfredo Portilla presionan a los profesores para realizar exámenes de oposición “a modo” de gente no calificada para ocupar plazas frente a grupo.
En cuanto a los lugares administrativos, hacen y deshacen a su antojo. El colmo de las prácticas corruptas y retrogradas de este grupo de personas, se dio en el kermes organizado por las fiestas patrias, el pasado 14 de septiembre, en donde Patricia Cueto Quintal pidió a los que, de su bolsa, llevaran alimentos para vender y que las ganancias fueran todas recogidas y entregadas a ella: esto para comprar unas macetas. Así el poli en Tlaxcala.