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El director general del ICATLAX, Juan Manuel Lemus Pérez, sigue dando muestras de su incapacidad y su pésimo compromiso para cumplir los principios de la “Nueva Historia”.
No se necesita la presencia de un experto para confirmar que la institución que supuestamente impulsa la capacitación de los tlaxcaltecas para que encuentren un mejor trabajo está convertido en un “chiquero”.
Y es que se informó que en todo el estado hay más de mil alumnos egresados de los cursos de especialidad que desde hace varios meses se graduaron y no les quieren entregar sus diplomas que avalen las más de 300 horas que estudiaron para “buscar un mejor trabajo”.
Se informó que el ridículo director general le está echando la culpa al poblano Oficial Mayor, Ramiro Vivanco Chedraui, quien supuestamente no quiere autorizar la extensión de estos importantes documentos, es decir, ambos se echan la pelota, pero al final ni uno de los dos quiere trabajar.
Mientras eso pasa en las oficinas de los mandos, (políticos oportunistas), cientos de tlaxcaltecas no puede buscar trabajo por que simplemente a nadie se le da la gana elaborar los documentos oficiales.
A esto hay que sumarle que Juan Manuel Lemus Pérez, ya corrió a los directores de los planteles de Tlaxco y Huamantla, simplemente por que no eran de su agrado, porque los privilegiados siempre serán para los “lambiscones”.
Y para echarle más sal a la herida, decidió pedir la cabeza de los directores de área, como el de administrativo, jurídico, técnica - académica, de vinculación; en total son 14 empleados.
Todo ya escaló a otro nivel, es por ello que ya lo mandaron a traer a las oficinas de los jefes supremos (Ejecutivo) para llamarle la atención, sin embargo poco le ha interesado y el desorden sigue, es decir las órdenes de los que encabezan la Nueva Historia no sirven para nada.
Esto podría empeorar por que se presume que recientemente se robaron el equipo de cómputo que guarda la información de finanzas. En concreto no hay cómo justificar el destino de las cuotas de recuperación que han pagado los alumnos.
Es lamentable todo lo acontecido en esa dependencia, pero aún así, Lemus quería ser Secretario de Finanzas o en todo caso titular del Órgano de Fiscalización.