• Tlaxcala
  • Luis Castillo
Ventura Sánchez se habría transado un recurso de los trabajadores que fueron enviados tras el huracán Otis

Como un castillo de naipes se fue cayendo el teatro montado por el transa exfuncionario de la delegación del Bienestar de Tlaxcala, Ventura Sánchez Gonzaga, quien de ser un arrogante servidor público, volvió a sus inicios, como simple  ayudante del ayudante, aunque con los bolsillos y la panza llena gracias a su paso por un lugar donde fluía él recurso público.

Trascendió que Ventura Sánchez, colmó a la jefa política del estado y tras conocer una más de sus transas, determinó darlo de baja y así deslindarse del tufo de corrupción que dejaba el regordete servidor público a su paso.

Se sabe que se enviaron a alrededor de 100 trabajadores de la delegación del Bienestar de Tlaxcala para contribuir a los trabajos que realiza el gobierno federal en Acapulco, destinando una paga extra por el traslado y lo que implica el riesgo en esa zona.

Para ello, habrían destinado 900 pesos por cada uno diariamente, dinero que incluía diversos viaticos, sin embargo, el entonces subdelegado, le habría quitado a cada uno 650 pesos, es decir, la suma fue por 65 mil pesos diarios.

Considerando que el huracán azotó las costas de Guerrero el 22 de octubre y Ventura Sánchez fue separado alrededor del 5 de diciembre, el goloso funcionario habría cobrado alrededor de 40 días de viaticos, lo que equivaldría a 2 millones 600 mil pesos.

Lo que más le habría molestado a la jefa política es que el acosador, hubiera lucrado con la tragedia que acumula varias decenas de muertos, mientras Ventura Sánchez se seguía hinchando al grado que de limpiar computadoras, se habría hecho de varias propiedades, entre ellas un lujoso rancho.

Dicen que, “no es culpa del indio, sino de quien lo hace compadre”, por lo que el aspirante al Senado, Sergio González Hernández, estaría coludido al ser su pareja y protegerlo en todo momento para que no fuera removido del corral de la gallina de los huevos de oro.

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