- Cultura
Hay funcionario que se valen del respaldo de la manda más para cometer actos que van en contra de la política que promueve el Gobierno del Estado y de los principios de la 4T.
Se conoció a través de una denuncia ciudadana que, en la Secretaria de la Cultura, el titular Antonio Martínez es un cero a la izquierda, porque la que manda y toma las decisiones es la directora administrativa, Laura García.
“En las oficinas se vive un infierno, hay persecución y en todo momento amagan a los empleados con darles de baja bajo chismes e inventos que corren en los pasillos, más no por el trabajo que realizan”.
La mala fama de la administradora no es nueva, solo hay recordar que fue removida del cargo cuando estuvo al frente de las finanzas en el Sistema Estatal de Integral de Desarrollo para la Familia (SEDIF), y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Al decir de los trabajadores de las diferentes dependencias en donde ha estado, la señora además de ser prepotente, arrogante y en extremo grosera, tiene como único propósito despedir de manera injustificada.
Previo a ello, ejerce una persecución y acoso laboral entre el personal adscrito a la nómina del Gobierno del Estado, en donde además de imponerles faltas administrativas, se dedica a inventar chismes y calumnias, por las que, luego los lleva a perder el trabajo afectando a su economía familiar.
Y es que además de ser quien ejerce el recurso público a diestra y siniestra, también se otorga incontables compensaciones por carga "excesiva de trabajo", se apropia de los autos asignados para el servicio de la dependencia, y se ostenta como "amiga cercana", a la gobernadora, Lorena Cuéllar.
Por si fuera poco, se inventó unos lineamientos que no están aprobados por la función pública, o por la consejería jurídica del gobierno del estado, y que van encontrar de la comunidad cultural, afectando no sólo el manejo de los recursos del estado si no, de la nación, puesto que hay una gran inconformidad por parte de los artistas y maestros por el atraso en sus pagos.
En suma, el descuento injustificado en el salario de los colaboradores, mientras que ella, se premia con "generosas compensaciones" y un sueldo por arriba de las 20 mil pesos quincenales.