• Seguridad
  • Luis Castillo
Somos la referencia obligada en Tlaxcala

A través de una denuncia anónima en redes sociales se mencionan distintos cargos y rangos de la SSC que no cumplen con sus funciones, están de vacaciones únicamente en nuestro estado y tienen pacto con distintas organizaciones del crimen organizado, lo cual tiene en jaque al gobierno de Lorena Cuéllar afectando la percepción de seguridad de la ciudadanía.

El documento filtrado confirma que el titular Alberto Perea Marrufo cobra doble salario al seguir ocupando un cargo en la Marina; por lo que en Tlaxcala todos los documentos que son atendidos en su despacho van firmados como Capitán de Navío IM D.E.M.; incumpliendo así la ley del estado e incurriendo en flagrante falta de responsabilidades pues no se ostenta como Comisario General de la Policia.

Esta misma situación se repite con Miguel Ángel Chavarría Mejía, quien sigue dado de alta en la Marina y en Tlaxcala funge como Director de Seguridad. El documento menciona que a su corta edad carece de la experiencia y conocimientos necesarios para hacer frente al puesto que ostenta, pues consta que, en la Marina ocupa uno de los más bajos rangos donde no tiene gente a su cargo y únicamente recibe órdenes. Situación que refleja de manera negativa con un comportamiento abusivo hacia sus compañeros aquí en Tlaxcala con actitudes prepotentes.

Menciona el documento también los pactos con la delincuencia organizada que tiene Antonio Hernández Portillo, quien ya había sido señalado de estas prácticas desde que tuvo funciones en la Procuraduría General de Justicia y como delegado en Zacatelco; pues se señala que se hizo con un lugar en esta Secretaría de Seguridad llevando ostentosos regalos a ojos de todos a los mandos procedentes de la marina.

Se señala también la complicidad de Elizabeth Suárez Rojano, titular de la Contraloría Interna quien recibe constantemente “regalos” a cambio de hacer caso omiso a faltas como la venta de plazas, movimientos discrecionales de personal, despidos injustificados.

Se menciona la Comisión de Reacción como uno de los lugares más atacados por el hecho de la compra de plazas, pues destaca que 7 directores se encuentran congelados en esta comisión, donde no desempeñan sus funciones por el hecho de haber comprado el espacio solo para cobrar.

De Ángel Ibarra Zamora director de Vialidad y Caminos destaca que se cuenta con grabaciones de su patrulla en distintos puntos del estado cobrando dinero a la delincuencia, motivo por el cual, este prefirió dar de baja y usar como chivo expiatorio a uno de sus elementos de apellido Olvera, con tal de mantenerse por más tiempo en esta posición que la ha resultado tan redituable a costa de permitir que la delincuencia opere a sus anchas en Tlaxcala.

De los encargados de seguridad municipales culpa de su ineptitud inoperancia y corrupción al Director de Seguridad Chavarría quien cobraría las cuotas por el Huachicol en Calpulalpan a través de su encargado Rómulo; en Tlaxco por el tráfico de migrantes y huachicol al delegado Margarito; en San Pablo colocó a un militar que sólo cuenta con la primaria terminada y que se ha visto desbordado por el robo de vehículos.

Para rematar con broche de oro, el documento cierra con una declaración que es por todos conocida al interior de la SSC de boca del capitán Marrufo que, en su afán de echarle a otros la culpa del trabajo que no hace, afirma que el C5 no sirve para nada.