- Seguridad
Augusto Ramírez llegará como vocero de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) tras un pésimo y gris desempeño como titular de la Coordinación de Comunicación (CCOM) del Gobierno del Estado.
El funcionario después de ocupar la titularidad de una dependencia, ahora se desempeñará en un cargo inferior en el que será un subordinado que tendrá que someterse a las decisiones de otras personas y no mandar o actuar por decisión propia.
Ramírez se caracterizó durante diez meses y tres días, por una peyorativa labor con representantes de los medios de comunicación con quienes sostuvo una relación ríspida, omisa y negligente, lo que derivó en que funcionarios del gobierno del Estado, así como la propia mandataria Lorena Cuéllar Cisneros no estuvieran satisfechos con la prontitud y eficacia en el manejo de los medios de comunicación.
Cabe destacar que el funcionario no es originario de Tlaxcala y estaría ocupando cargos que bien pueden ser desempeñados por talentos de la entidad.
La falta de experiencia del ex vocero para manejar la comunicación en situaciones delicadas o de alta visibilidad fue un hecho evidente durante el tiempo que estuvo al frente de la CCOM.
Un vocero con resultados pobres en su trayecto, afectará negativamente la percepción pública de la FGJE, especialmente en tiempos de crisis o cuando es necesario transmitir información precisa y oportuna.
Y es que a Ramírez le hacen falta las habilidades adecuadas para llevar una relación con los medios de comunicación, sin embargo, al tener respuestas inadecuadas a consultas y la falta de transparencia, puede erosionar la confianza pública en la institución, que es sensible ante la atención de diferentes delitos.