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Se trata de una personal que sufre ataques epilépticos, pero el personal incurrió en negligencia al no brindarle la atención adecuada y se puso grave

Parecieron que los escándalos en el Centro de Reinserción Social (Cereso) ubicado en la colonia La Loma Xicoténcatl no paran, pues además de la muerte de una Persona Privada de la Libertad (PPL) que ocurrió semanas atrás tras recibir una fuerte golpiza y permanecer dos meses hospitalizado, ahora se generó un nuevo caso, pero originado por la negligencia de las autoridades a cargo de Juan Antonio Martínez Guerrero.

De acuerdo con información extraoficial, al interior de este Cereso prevalece el control a cargo de un grupo de internos, quienes hacen y deshacen con amenazas en contra de quienes no se sujetas a las reglas que han establecido, pues son permanentes las golpizas que propinan a varias personas de las que se encuentran en este lugar, sin que el director ponga orden en estos casos.

Destacaron el caso de Fabián N., quien desde hace unos días se encuentra internado en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de La Loma, a causa de un fuerte golpe ya sufrió, debido a que padece de ataques epilépticos.

Si bien, esto no podría ser responsabilidad del director del Cereso, pues se trata de una situación médica del PPL, lo que sí fue su responsabilidad, es la nula atención que se brindó a esta persona, pues dejaron pasar demasiado tiempo y cuando intentaron reaccionar, se puso grave, al grado de tuvo que ser internado en el nosocomio antes referido y ahí permanece, debido a que el reporte de las autoridades es que su estado de salud es grave.

De acuerdo con familiares a varias personas que se encuentran en el Cereso, son constantes los abusos que sufren sus familiares, sobre todo, por el contubernio que existe de un grupo específico de internos que son cubiertos en todo momento por los custodios conocidos como Apango y Alfredo, quienes actuarían con el consentimiento del director, quien asegura tener todo el respaldo de la dinastía Ortiz, al menos así lo pregona.

El custodio Apango está señalado de ser quien permitiría el ingreso de objetos prohibidos, siempre con su respectivo pago y si alguno de los privilegiados no cumple inventa alguna revisión para decomisar el producto haciendo entrega del mismo hasta que cumplen con la cuota, de todo esto, tiene pleno conocimiento el director quienes oídos sordos a las denuncias y quien actuaría con todo el consentimiento del titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Alberto Martin Perea Marrufo.

Una muestra del contubernio, es que a casi dos semanas de la muerte de un interno que recibió una brutal golpiza, ni un custodio y mucho menos el director del Cereso, ya ni pensarlo del titular de la SSC han sido objeto de alguna sanción, vaya, ni siquiera de una amonestación o llamada de atención y siguen con sus “movidas” como si nada hubiera pasado.

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