- Política
Al final ganó la ambición y la actitud mercenaria que siempre ha prevalecido en el dirigente estatal del PT en Tlaxcala, Silvano Garay Ulloa, quien el viernes entregó el comité municipal de Apizaco de ese partido a ex panistas conservadores que son cómplices del saqueo y malos gobiernos que han existido en la ciudad rielera.
Lo anterior lo aseguraron militantes del PT de Apizaco, quienes rechazaron que Silvano Garay haya impuesto a Marina Aguilar López la presidencia del comité municipal, cuando se trata de una ex panista que siempre ha operado en contra de los principios de la Cuarta Transformación y del pueblo.
Ella fue síndica en la administración corrupta que encabezó el panista Pablo Badillo Sánchez y siempre avaló y aceptó las anomalías y transas, pero como no le cumplieron su capricho de ser abanderada del PAN a la alcaldía de Apizaco, entonces renunció y tras negociar con Silvano Garay apareció en los pasados comicios como aspirante a la diputación local por el PT, lo cual de inmediato hizo que los militantes se alejara del partido, explicaron los inconformes.
A los verdaderos militantes, agregaron, no se nos convocó ni se nos consultó sobre la designación de la empresaria Marina Aguilar como dirigente municipal del PT en Apizaco, de ahí que muchos optaremos por abandonar el partido porque no estamos de acuerdo que una familia farsante como los Aguilar López controle un instituto político que en teoría defiende a los ciudadanos y a las ciudadanas.
Dijeron que el hermano de Marina Aguilar, el ex panista y ex alcalde de Huamantla, Alejandro Aguilar López se ha mantenido como diputado federal en dos ocasiones sin siquiera hacer campaña, porque ganó las elecciones gracias al efecto de López Obrador y de Morena.
Además, esa familia es ambiciosa porque buscan controlar y quedarse con todas las posiciones de poder y una prueba de lo anterior es que la hija del actual diputado federal Alejandro Aguilar es miembro del ayuntamiento de Huamantla.
Silvano Garay ya entregó el PT en Apizaco a una familia fifí y eso es una clara señal de que los verdaderos militantes debemos emigrar, concluyeron.