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  • Adolfo Tenahua Ramos
En medio de este panorama, Enrique Padilla Sánchez emerge como una figura que podría darle un nuevo rumbo al PRI en Tlaxcala.

En una sorpresiva maniobra política, ha trascendido que Enrique Padilla Sánchez, ex rector de la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPT), será el nuevo dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado. 

La noticia llega luego de una serie de críticas hacia el actual dirigente estatal, Ernesto García Sarmiento, quien ha sido señalado por la militancia y la sociedad como el principal responsable de la crisis que atraviesa el partido, por lo que se considera que su gestión ha sido un rotundo fracaso.

Según diversas fuentes internas del PRI, Padilla Sánchez tomaría el control del partido en un intento por revitalizar la estructura institucional y recuperar la confianza de los electores que se ha visto fuertemente mermada en los últimos años. 

Esta decisión llega en un momento crítico, donde el PRI enfrenta su peor descalabro electoral y una crisis de identidad, ante el crecimiento de otros partidos en la entidad.

Sin embargo, será en unas semanas cuando el instituto político emita la convocatoria para la renovación de la dirigencia.

Cabe destacar que el actual dirigente, Ernesto García Sarmiento, ha sido blanco de fuertes críticas por su falta de liderazgo y por los pobres resultados obtenidos bajo su administración. 

Militantes del PRI aseguran que García Sarmiento se limitó a “dormirse en los laureles” y no mostró ninguna iniciativa para fortalecer al partido ni para trabajar en los problemas reales que enfrentan los priistas. 

El PRI de Tlaxcala, que en su momento fue una de las fuerzas políticas más fuertes de la entidad, ha visto cómo su base de apoyo se desmoronaba en las urnas debido a la falta de propuestas concretas y la desconexión con la ciudadanía. 

La desilusión se ha vuelto palpable, y muchos miembros del partido consideran que la era de García Sarmiento ha sido desastrosa para la institución, además de que por su avanzada edad, el actual dirigente sólo se dormía en los eventos públicos, evidenciando su falta de responsabilidad y compromiso para implementar estrategias a favor de los militantes.

En medio de este panorama, Enrique Padilla Sánchez emerge como una figura que podría darle un nuevo rumbo al PRI en Tlaxcala. 

Con una sólida carrera académica y administrativa a Padilla se le reconoce por su capacidad para gestionar y atraer inversiones, lo que lo convierte en un perfil de liderazgo que podría resultar atractivo tanto para los priistas como para los votantes que buscan una alternativa a la falta de resultados del actual gobierno.

Se espera que, con la llegada de Padilla Sánchez a la dirigencia del partido, se inicie una etapa de renovación, con miras a las próximas elecciones y a recuperar la confianza de los votantes priistas que sienten que su partido ha perdido el rumbo.

Este movimiento  podría marcar el inicio de una nueva etapa para la agrupación en la entidad.