- Xiloxoxtla
La presidencia municipal de Xiloxoxtla fue escenario de una celebración poco convencional que generó controversia entre la población.
Según testimonios y denuncias de ciudadanos, las actividades oficiales en el ayuntamiento fueron suspendidas ayer miércoles a partir de la 1 de la tarde para celebrar el cumpleaños de la alcaldesa Yazmín Jiménez Rugerio, lo que convirtió el edificio municipal en un centro de diversión.
Testigos informaron que durante las horas siguientes, la presidencia se transformó en un espacio de fiesta, donde se escuchaba música y se observaba un ambiente festivo.
Lo que llamó particularmente la atención fue el desfile de bolsas negras, las cuales generaron suspicacias entre los presentes, ya que su contenido no era claro, lo que llevó a muchos a especular sobre su naturaleza.
De acuerdo con los testimonios recabados, las actividades oficiales programadas para el día fueron suspendidas a partir de la 1 de la tarde, y las oficinas de la presidencia fueron cerradas.
El ambiente festivo contrastaba con la tradicional función del gobierno local, que normalmente está centrado en atender las necesidades de los habitantes de la comunidad.
La celebración del cumpleaños de la alcaldesa en las instalaciones del gobierno municipal generó diversas reacciones entre los habitantes de Xiloxoxtla. Mientras algunos consideraron la fiesta como una falta de respeto hacia la comunidad, otros señalaron que este tipo de eventos deberían realizarse en lugares privados y no en un espacio público destinado a la atención de los ciudadanos.
A través de fotografía se evidenció a la ahora edil neomorenista con un ramo de flores, pastel y rodeada de una comitiva de empleados barberos que comparten con ella ese momento.
Ante los hechos ocurridos, varios ciudadanos de Xiloxoxtla han exigido una explicación formal por parte de la alcaldesa Yazmín Jiménez Rugerio y su equipo de trabajo sobre el uso de las instalaciones municipales y los materiales que fueron transportados en las bolsas negras.
Más aún calificaron como abusiva la decisión de la presidenta de permitir un festejo en el palacio municipal, cuando en días habituales, los ciudadanos no la localizan para tratar sus demandas y asuntos que aquejan a la demarcación.
La preocupación generalizada radica en que la administración pública no debe estar vinculada a eventos privados que distraigan la atención de los asuntos de interés común y el bienestar de la población.