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  • Adolfo Tenahua Ramos
la administración de José Alonso Trujillo Domínguez se encuentra al borde del colapso con una creciente ola de inconformidad, acusaciones de corrupción y la pérdida de apoyo tanto interno como externo

La dirección del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (COBAT) atraviesa por una situación crítica, ya que la gestión de José Alonso Trujillo Domínguez, conocido como "Chompiras", está cada vez más cuestionada. 

Según diversas fuentes internas de la institución, su capacidad para dirigir el colegio se ve seriamente afectada por su falta de coherencia entre lo que predica y lo que realmente hace, lo que ha generado un clima de descontento generalizado entre los diferentes sectores de la comunidad educativa.

Uno de los episodios más recientes que ha causado indignación es la ausencia de Trujillo Domínguez en el acto de despedida del fallecido líder sindical Juan Netzahuatl. 
A pesar de ser un representante de la institución que albergó al fallecido durante su carrera, "Chompiras" no tuvo la sensibilidad ni el valor moral para asistir al funeral, un acto en el que sí estuvieron presentes la Gobernadora del Estado y líderes sindicales nacionales, quienes expresaron sus condolencias a la familia. 

Esta falta de solidaridad ha puesto en evidencia la desconexión de Trujillo Domínguez con los valores que tanto predica, como el amor y la humildad hacia el prójimo.
Está en conflicto no sólo con el gremio académico y administrativo, sino también con su propio equipo de directivos y personal de confianza, quienes lo acusan de falta de tacto político, integridad y capacidad de gestión.

Uno de los puntos más críticos es la imposición de Domitila Guevara Flores, como secretaria del sindicato STACOBAT, lo cual ha generado acusaciones de presunta corrupción dentro de la institución. 

Guevara Flores, quien es trabajadora de confianza de Trujillo Domínguez, habría estado involucrada en la malversación de recursos, específicamente en el manejo de las cuotas sindicales y otras contribuciones de los trabajadores.
 
Además, se le acusa de manipular el reparto de horas de clase entre los maestros y de intentar despojar a los laboratoristas de inglés e informática de sus plazas para otorgarlas a allegados y amigos cercanos.

A nivel administrativo, las quejas son constantes. Se denuncia una falta total de respuesta ante las necesidades de mantenimiento de los planteles, así como la opacidad en el manejo de los recursos, incluidos los fondos derivados de las cuotas sindicales, las contribuciones de los padres de familia y los ingresos de cafeterías y papelerías. 

A esto se suman la falta de un proyecto académico claro y la inseguridad que se vive dentro de las instituciones educativas, como lo demuestra el reciente incidente en el Plantel 21 de Ayometla, donde el director fue agredido físicamente por padres de familia debido a su falta de experiencia y de acción ante situaciones conflictivas.

Además, se cuestiona la validez y legalidad de los sindicatos bajo la actual administración, acusando a Trujillo Domínguez y su grupo de manipular y controlar el movimiento sindical en su beneficio, sin la voluntad de los verdaderos trabajadores del COBAT.

Por si fuera poco, el proyecto académico que impulsa la actual directora académica, centrado en eventos como el "show man Talentos COBAT", ha sido criticado por no ser el verdadero propósito de la institución educativa. En lugar de enfocarse en la mejora de la calidad educativa, el enfoque parece estar desviado hacia actividades de espectáculo que no contribuyen al objetivo central del colegio.

Así, la administración de José Alonso Trujillo Domínguez se encuentra al borde del colapso con una creciente ola de inconformidad, acusaciones de corrupción y la pérdida de apoyo tanto interno como externo, el futuro del COBAT está en juego.