- Apizaco
Alberto Palestina Moreno, ocupa de manera ilícita la dirección de obras públicas en el municipio de Apizaco, debido a su perfil errado para ocupar esa titularidad.
De acuerdo con diversas fuentes, Palestina Moreno es ingeniero industrial, pero su título proviene de una universidad en línea, lo que ha suscitado dudas sobre su idoneidad para ocupar un puesto clave en el área de obras públicas, que exige cumplir con los requisitos establecidos por la ley municipal.
Lo anterior de acuerdo a los datos obtenidos en el Registro Nacional de Profesionistas, el funcionarillo barato obtuvo el número de cédula 12427246 que le acredita la licenciatura en ingeniería industrial expedida en el 2021 por la Universidad Tecnológica
Latinoamericana en línea, lo que manifiesta que no cuenta con la preparación académica suficiente para desempeñar el cargo.
Además, se señala que ha aprovechado su cercanía con figuras políticas locales, como José Luis Tamayo, un influyente transportista apizaquense, para consolidarse en su cargo.
Este vínculo, según algunas voces críticas, ha servido como plataforma para su ascenso en la política local, generando desconfianza entre la ciudadanía.
Lo más grave de esta situación, según los señalamientos, es que el presidente municipal de Apizaco, Javier Rivera, estaría al tanto de la situación de Palestina Moreno, y a pesar de ello, no habría tomado ninguna medida al respecto.
La acusación más fuerte señala que el funcionarillo de cuarta habría recurrido a la compra de voluntades para mantenerse en su puesto, lo que ha levantado sospechas sobre la transparencia y ética del actual gobierno municipal.
Los apizaquenses se sienten engañados y exigen claridad en la gestión de sus autoridades, especialmente en áreas clave como la infraestructura y las obras públicas.
La situación pone de manifiesto las tensiones dentro de la política local, donde la lealtad política parece estar por encima de la competencia y la legalidad.
El escándalo ha puesto en evidencia las conexiones entre poder político y económico en Apizaco, dejando a los ciudadanos con más preguntas que respuestas.