- Apetatitlán
La incidencia de robos de autos en el municipio de Apetatitlán ha alcanzado niveles alarmantes, mientras el alcalde Azain Ávalos Marbán parece incapaz de frenar el creciente flagelo.
La violencia y la inseguridad han ido en aumento, y los ciudadanos se encuentran cada vez más vulnerables, tanto a la hora de dejar sus vehículos estacionados como en sus trayectos a pie.
El modus operandi de las bandas delictivas es claro: robar vehículos, muchas veces frente a los ojos de los transeúntes, o asaltar a las personas mientras realizan sus actividades cotidianas. La impunidad que prevalece en la zona ha desbordado a la administración local, que no ha logrado dar respuesta efectiva a esta problemática.
El hecho más reciente el robo de una camioneta color negro en la zona de hospitales, amén de los robos a transeúntes que parecen haberse convertido en una rutina, lo que genera un creciente malestar en la población, que ya no sabe a quién recurrir para solucionar su creciente preocupación por la seguridad.
Las estrategias implementadas hasta el momento no han sido eficaces. La falta de operativos coordinados, el escaso personal de seguridad pública y la aparente desorganización dentro del ayuntamiento, que debería ser el principal responsable de velar por la seguridad, son claros indicios de que la administración de Ávalos Marbán está fuera de control frente a la delincuencia.
A medida que los robos aumentan, también lo hace la sensación de impunidad.
Y es que el municipio de Apetatitlán está sumido en un clima de inseguridad, y la inacción del alcalde Azain Ávalos Marbán frente al incremento de los robos de autos y otros delitos está alimentando la desconfianza de la ciudadanía hacia su alcalde.