- Política
La diputada Ana Bertha Mastranzo Corona, representante del Distrito XV ha sido objeto de diversas críticas debido a su nulo desempeño como legisladora y su deficiente gestión en el Congreso del Estado.
Durante su tiempo en el cargo, su labor ha sido descrita como “gris y oscura”, al no haber presentado iniciativas relevantes y dedicarse a la inactividad dentro de su función, sin tomar acciones que beneficien a los ciudadanos que la eligieron.
Uno de los puntos más controversiales en torno a Mastranzo Corona es su aparente falta de interés por las problemáticas que aquejan a su municipio natal, San Pablo del Monte, que enfrenta una grave crisis de inseguridad. A pesar de que la población demanda acciones urgentes para mejorar la seguridad en las calles, la diputada no ha hecho pronunciamientos al respecto ni ha promovido medidas para abordar esta situación, lo que ha causado malestar entre sus representados.
A lo largo de su tiempo en el Congreso, la diputada ha sido señalada por centrarse más en favorecer a su familia al colocar a varios de sus parientes en puestos clave dentro de diversas instituciones, donde reciben sueldos elevados.
Esta práctica ha generado inquietud entre los ciudadanos, quienes consideran que se trata de un claro ejemplo de nepotismo.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha revelado que varios de los familiares de Mastranzo Corona ocupan cargos con sueldos considerables, entre ellos, su esposo, Carlos Piedras, quien está registrado en la nómina del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales para el Estado de Tlaxcala como Asistente Ejecutivo de la ponencia 3, con un salario neto de 12,714 pesos.
Su hermana, Virginia Marcela Mastranzo Corona, quien es la delegada de San Pablo del Monte en la Secretaría de Movilidad y Transporte, percibiendo un sueldo neto de 20,880.22 pesos.
Su hija, Pamela Mastranzo, quien ocupa el cargo de auxiliar técnico en el Tribunal Superior de Justicia del Estado/Consejo de la Judicatura, con un sueldo neto de 8,784.82 pesos, así como su cuñado, José Luis Piedras, quien trabaja como analista contable en la Comisión de Agua de Tlaxcala, percibiendo un salario de 12,280.46 pesos.
Este comportamiento ha levantado sospechas sobre las prioridades de la diputada, que parece estar más enfocada en acomodar a sus familiares en cargos públicos que en cumplir con sus responsabilidades legislativas y atender las demandas de los ciudadanos.
A pesar de ser parte de la Cuarta Transformación donde debería prevalecer el no mentir, no robar y no traicionar, sus acciones y el uso de su puesto para favorecer a su círculo cercano han generado descontento y decepción entre la población de su distrito.
Los ciudadanos de San Pablo del Monte y otros municipios de su distrito siguen esperando respuestas y acciones concretas por parte de su representante, que hasta el momento parece no tener el mínimo interés en trabajar a favor de sus representados.
La crítica a su nulo desempeño y el desinterés mostrado como legisladora son cada vez más evidentes, y la diputada enfrenta un creciente rechazo por su falta de compromiso y por anteponer intereses personales sobre las necesidades de la comunidad.