• Tzompantepec
  • Cristian Mastranzo Garrido
El saldo preliminar: al menos dos personas sin vida y varios heridos, algunos de ellos con quemaduras y lesiones graves, que están siendo atendidos por equipos de emergencia.

 Pasadas las 14:00 horas, una potente explosión interrumpió la calma en los límites de Tzompantepec y Xaloztoc, cuando un polvorín —dedicado presuntamente al almacenamiento y elaboración de artefactos pirotécnicos— estalló con tal fuerza que el estruendo se escuchó en comunidades aledañas.

El saldo preliminar: al menos dos personas sin vida y varios heridos, algunos de ellos con quemaduras y lesiones graves, que están siendo atendidos por equipos de emergencia.

Minutos después del estallido, el sitio se convirtió en un caos. Ambulancias, patrullas y vehículos del Ejército Mexicano rodearon la zona para auxiliar a las víctimas y contener a los curiosos. 

El humo era visible a la distancia y el temor se apoderó de los habitantes, que reportaban en redes sociales el temor de nuevas explosiones.

Testigos relataron que el suelo tembló con la onda expansiva y que techos y ventanas vibraron por la intensidad del estallido. “Pensamos que era un sismo”, dijo uno de los vecinos, todavía en shock por lo ocurrido.

Hasta el momento, las autoridades no han confirmado la causa del siniestro, aunque no se descarta un accidente en la manipulación de pólvora. El sitio permanece acordonado y bajo resguardo militar mientras personal especializado realiza peritajes.

Los heridos han sido trasladados a hospitales de la región, mientras brigadas de Protección Civil y Cruz Roja continúan trabajando en la zona. 

Esta tragedia vuelve a encender las alarmas sobre el uso y manejo de pirotecnia en comunidades donde, pese a su arraigo cultural y económico, los riesgos siguen latentes y muchas veces, desatendidos.