- Papalotla
Con un profundo cariño y compromiso por el bienestar de la niñez, el presidente municipal de Papalotla, Sergio Lara, encabezó una emotiva y festiva celebración del Día del Niño, en la que cientos de niñas y niños fueron consentidos al máximo. Fue una jornada llena de colores, juegos, sorpresas y, sobre todo, una gran dosis de amor para quienes representan la esperanza y el futuro del municipio.
Desde las primeras horas del día, la explanada municipal se fue llenando de pequeños acompañados por sus familias, quienes fueron recibidos con sonrisas, globos y actividades especialmente diseñadas para que este día quedara grabado en su memoria como un momento feliz y significativo.
El alcalde Sergio Lara, visiblemente emocionado, recorrió cada espacio del evento, saludando personalmente a las y los niños, entregando regalos y compartiendo momentos entrañables con las familias. En su mensaje, habló desde el corazón:
“Quiero decirles que no sólo celebramos a nuestros niños, hoy reafirmamos nuestro compromiso de cuidarlos, escucharlos y brindarles un entorno lleno de oportunidades y amor. Ustedes —les dijo a los niños— son la razón por la que trabajamos día a día, y este festejo es para que nunca olviden lo valiosos que son”.
La fiesta incluyó música infantil y dulces para todos, lo que convirtió el lugar en un verdadero mundo de fantasía para los pequeños. Además, se entregaron juguetes y obsequios personalizados, todo preparado con detalle y dedicación por el equipo del Ayuntamiento y el DIF municipal.
El evento no solo se trató de entretenimiento; también fue una muestra de cercanía y afecto por parte del gobierno local hacia la infancia. Cada actividad fue pensada para provocar sonrisas sinceras y fortalecer los lazos comunitarios en un ambiente lleno de calidez humana.
Los padres y madres de familia agradecieron la atención y el cariño con el que se llevó a cabo la celebración, reconociendo el esfuerzo del presidente municipal por poner a los niños en el centro de sus acciones.
Al concluir la jornada, los niños regresaron a casa con sonrisas, manos llenas de regalos y el corazón contento. Papalotla celebró no solo un día especial, sino la promesa de seguir construyendo un municipio donde la niñez tenga prioridad y cada niño pueda crecer feliz, amado y protegido.