- Política
La reciente carta exhorto firmada por la Presidenta Claudia Sheinbaum, dirigida a la miliancia de MORENA, la cual fue leída en el Consejo Nacional de MORENA, ha provocado una lectura equivocada en algunos sectores políticos de Tlaxcala.
Lejos de ser una “dedicatoria” o un respaldo anticipado, el documento establece con claridad que la contienda interna para definir la candidatura a la gubernatura está abierta, con reglas precisas y bajo vigilancia estricta del partido.
Los lineamientos aprobados por el Consejo Nacional de Morena, son éticos y prohíben explícitamente el nepotismo electoral y la recepción de recursos de entes privados para actos proselitistas de los aspirantes a puestos de elección popular.
La dirigencia del partido advirtió que quienes incumplan estas nuevas normas serán sancionados, pudiendo enfrentar la exclusión de candidaturas o incluso la expulsión.
La medida busca regular la competencia interna y promover la austeridad.
Es decir, MORENA ha dejado claro que las reuniones informativas no son garantía de candidaturas.
Pretender convertirlas en actos de precampaña o en plataforma para el posicionamiento individual es ignorar el fondo del mensaje: el llamado al orden, al respeto a los tiempos y a la transparencia del proceso. Como dice el dicho: “no por mucho madrugar amanece más temprano”.
En este contexto, el presidente municipal de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García, ha optado por una ruta distinta, más silenciosa pero profundamente efectiva: la del trabajo. Sin estridencias ni autopromociones, Alfonso está construyendo desde su trinchera institucional, cumpliendo con su deber y avanzando en la transformación que ofreció a la ciudadanía. En su lógica, muy clara por cierto, “chamba mata campaña”.
Y los números lo confirman. Según la más reciente encuesta de OPINA (mayo 2025), Alfonso Sánchez se posiciona como uno de los favoritos de la ciudadanía para encabezar el proyecto de Morena en 2027, apenas a tres puntos de la senadora mejor posicionada. Su crecimiento es constante, medido y auténtico. No depende de eventos masivos ni de estructuras recicladas; se sostiene en resultados concretos y en una presencia cada vez más firme en la opinión pública.
En Morena las reglas están trazadas: la moneda sigue en el aire y puede caer de cualquier lado. A estas alturas, nadie tiene la candidatura en la bolsa. El gran reto es garantizar un proceso interno claro, legítimo y transparente, tal como lo establece la carta exhorto: sin dedicatoia alguna, sin simulaciones, sin dados cargados.
Porque, como bien lo advierte el documento de la dirigencia nacional, quien resulte electo por Morena como candidato o candidata a la gubernatura será, con toda probabilidad, el próximo gobernador o gobernadora de Tlaxcala.
La responsabilidad es enorme. La oportunidad, también.
Por eso, más que adelantarse a los tiempos, lo importante es respetarlos. El juego apenas comienza y todos están en la cancha.
Emilio Piedras