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  • Adolfo Tenahua Ramos
Las tensiones se agudizaron debido a que la dirigente enfrenta cuestionamientos públicos tras revelarse que un familiar suyo estaría implicado en actividades delictivas

La secretaria general del Sindicato “7 de Mayo”, Karina Erazo Rodríguez, enfrenta una nueva ola de inconformidad y descontento entre los agremiados, luego de que se le acusara de cerrar un evento sindical para evitar críticas y de recurrir al uso de fuerza pública para impedir el acceso a trabajadores inconformes.

Durante la actividad programada este jueves, un grupo de empleados intentó ingresar al centro de convenciones  para manifestar su descontento y exigir transparencia en el manejo del sindicato. 

Sin embargo, Enrique Escobar identificado con el grupo del ex líder sindical Edgar Tlapale,  denunciaron que fueron bloqueados arbitrariamente por elementos de seguridad, lo que generó un fuerte reclamo por censura y represión dentro del propio gremio.

Las tensiones se agudizaron debido a que la dirigente enfrenta cuestionamientos públicos tras revelarse que un familiar suyo estaría implicado en actividades delictivas, incluyendo trata de personas y venta de estupefacientes. Aunque no existe un señalamiento legal directo contra Erazo, los agremiados demandan una postura clara y un ejercicio de rendición de cuentas.

Por su parte, la lideresa sindical se deslindó de cualquier responsabilidad sobre el proceso judicial que enfrenta su familiar, calificándolo como “totalmente ajeno” a su gestión sindical. A pesar de ello, no ofreció datos verificables ni abordó el impacto que este escándalo ha tenido sobre la imagen del sindicato.

Además del hermetismo frente al caso familiar, los agremiados han cuestionado el manejo interno del sindicato, señalando falta de transparencia, autoritarismo y ausencia de mecanismos democráticos para la toma de decisiones.