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A casi una semana de la desaparición de una camioneta propiedad del ayuntamiento, el gobierno municipal enfrenta una creciente presión por parte de regidores y representantes comunitarios, quienes demandan claridad y rendición de cuentas sobre el incidente el robo de la camioneta oficial.
El hecho, ocurrido el pasado fin de semana, ha sido envuelto en versiones no confirmadas que apuntan a un posible robo de la unidad mientras el presidente municipal, Emilio González Cortés, se encontraba en compañía de su chofer, supuestamente consumiendo bebidas alcohólicas. Sin embargo, hasta el momento no existe información oficial que confirme lo sucedido, ni tampoco se ha hecho pública la presentación de una denuncia formal ante la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Ante la falta de respuestas, integrantes del Cabildo hicieron pública su inconformidad a través de redes sociales. En el mensaje, exigen al alcalde que informe si ya se iniciaron las acciones legales correspondientes y se deslinden responsabilidades por la pérdida del vehículo.
Además de cuestionar el comportamiento del edil, los representantes señalaron la omisión de otros funcionarios como la síndica municipal, encargada del resguardo de los bienes públicos, y el regidor responsable de la Comisión de Seguridad, quienes tampoco se han pronunciado al respecto. Su silencio, advierten, solo ha contribuido a alimentar la desconfianza entre los ciudadanos.
“Lo mínimo que esperamos es una postura clara de quienes tienen la obligación legal y moral de proteger el patrimonio municipal”, declararon.
Mientras tanto, en la opinión pública comienza a tomar fuerza la hipótesis de que podría tratarse de un posible auto robo, situación que, de comprobarse, agravaría aún más la crisis de credibilidad del actual gobierno municipal.
Hasta este jueves, el presidente municipal no ha emitido ninguna declaración sobre el caso.