- Educación
En el marco del Día del Maestro y la Maestra, el coordinador general del área federal del Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE), Néstor Ramírez Rodríguez, y como ya es costumbre, las palabras sobraron y las ideas escasearon. Entre menciones nostálgicas a Carlos Jongitud Carrillo y promesas de transparencia, su intervención dejó más dudas que certezas.
Dicen que el tiempo pone a cada quien en su lugar, pero Néstor Ramírez Rodríguez parece estar peleado con el calendario. En pleno 2025, el dirigente decidió celebrar el Día del Maestro con un discurso que más bien pareció sacado de una cápsula del tiempo... aunque mal sellada. En una entrevista que debió tratar temas relevantes para el magisterio, Ramírez optó por un enfoque más ambicioso: confundir a todos.
Con una elocuencia digna de un político en campaña (pero sin el mínimo de coherencia), el representante sindical recitó las ya clásicas palabras mágicas: democracia, transparencia, rendición de cuentas… y cómo no, los famosos “ejes centrales”, que al parecer se transmiten como señales de radio, aunque sin llegar nunca a destino.
En un homenaje inexplicable al maestro Carlos Jongitud Carrillo —sí, el mismo de los años dorados del corporativismo sindical—, Ramírez nos recordó que muchos de los derechos perdidos se consiguieron “en ese periodo”. No aclaró a cuál se refería, pero lo dijo con tanta seguridad.
El punto central, si es que hubo alguno, era la necesidad de recuperar derechos y fortalecer la base magisterial. Claro, todo dicho entre referencias al décimo transitorio, al ISSSTE, a los padres de familia, a los medicamentos, al crecimiento nacional, a Tlaxcala, y a quién sabe cuántas cosas más, que juntas forman un discurso que solo él logra hilar.
Y por si quedaban dudas de su capacidad organizativa, anunció con entusiasmo la expansión de afiliados al sindicato. Porque claro, ¿quién no querría unirse a una estructura cuya mayor fortaleza es su habilidad para repetir sin decir?
Así fue como, entre frases sin terminar y conceptos mezclados, Néstor Ramírez nos regaló otro episodio de su serie favorita: “El Líder Habla… aunque no se sepa de qué”. Una entrega más para el archivo de lo intrascendente.