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En la Ciudad de México, hablar de vivienda asequible puede sonar contradictorio. Con precios que parecen subir año con año, la idea de encontrar una casa económica en la capital parece, para muchos, un sueño lejano. Sin embargo, aunque el acceso a propiedades a bajo costo está lleno de desafíos, también es cierto que existen oportunidades reales si se sabe buscar con criterio. En este contexto, explorar el mercado de Casas en venta en CDMX es un primer paso clave para quienes buscan construir su patrimonio sin comprometer su estabilidad financiera.

A pesar del escepticismo común, hay colonias, esquemas de compra y tipos de vivienda que pueden ofrecer alternativas viables. Eso sí, es fundamental desmontar algunos mitos que impiden a muchas personas considerar este tipo de opciones, y contrastarlos con las realidades del mercado actual.

 

Mito: "Si es barata, algo malo debe tener"

Uno de los prejuicios más comunes es asumir que una casa con precio accesible necesariamente está en mal estado o se encuentra en una zona insegura. Si bien es cierto que algunas propiedades económicas pueden requerir mejoras o estar ubicadas en zonas con servicios menos desarrollados, esto no significa que todas representen un riesgo.

En muchos casos, el precio se ve influenciado por factores como el tipo de propiedad (por ejemplo, casas en régimen de condominio, con menor terreno privativo), la urgencia del vendedor o incluso el año de construcción. Además, hay desarrollos habitacionales diseñados específicamente para sectores de ingresos medios y bajos, que cuentan con infraestructura adecuada, acceso a transporte público y servicios básicos funcionales.

La clave está en investigar cada propiedad de forma individual, evaluar el entorno real, consultar antecedentes y, sobre todo, visitar el inmueble antes de tomar cualquier decisión. No todas las casas de bajo precio esconden problemas: muchas son oportunidades desaprovechadas por prejuicios infundados.

Realidad: el tamaño y la ubicación influyen directamente en el precio

Uno de los factores más importantes en el valor de una casa es su ubicación. Las zonas centrales o bien conectadas con corredores comerciales, estaciones de transporte o centros laborales tienden a tener precios más altos por metro cuadrado. Por eso, cuando hablamos de casas económicas, es común que estén ubicadas en colonias periféricas, de reciente urbanización o en alcaldías con menor demanda histórica.

Esto no significa necesariamente que esas zonas sean malas opciones. Alcaldías como Iztapalapa, Gustavo A. Madero o Tláhuac han experimentado crecimiento urbano y mejoras en conectividad. Aunque tradicionalmente no figuran entre las más caras, en muchas de sus colonias hay proyectos habitacionales nuevos o casas usadas con buena relación costo-beneficio.

Las casas baratas no son únicamente pequeñas ni se limitan a zonas marginales. De hecho, en listados como los de Casas baratas en el Distrito Federal se pueden encontrar propiedades con uno o dos niveles, patios, espacios de estacionamiento y servicios funcionales. La diferencia principal frente a otras zonas está en el entorno urbano y las dinámicas comerciales del área.

Mito: "Las casas baratas solo están disponibles por remate o subasta"

Es cierto que los remates hipotecarios representan una forma de acceder a propiedades a precios reducidos, pero no son la única vía para encontrar casas económicas. De hecho, muchas viviendas con precios accesibles están en venta directa, ya sea por parte de particulares o de desarrolladoras que han diseñado proyectos con enfoque social.

Los remates pueden ser atractivos, pero también presentan complicaciones legales y tiempos prolongados para obtener la posesión del inmueble. Por eso, quienes buscan una solución habitacional más inmediata pueden enfocarse en casas listas para habitar, con documentación en regla y posibilidad de escriturar sin procesos judiciales.

Algunas instituciones ofrecen esquemas de venta subsidiada o a través de crédito con tasa preferencial, lo que también permite acceder a casas de bajo costo en zonas urbanizadas. Es fundamental ampliar la mirada más allá de los remates y considerar la oferta activa en el mercado tradicional.

Realidad: la vivienda de interés social aún tiene presencia en CDMX

Aunque la oferta de vivienda de interés social ha disminuido en ciertas zonas de la capital debido al encarecimiento del suelo urbano, todavía existen proyectos habitacionales enfocados en personas con ingresos medios o bajos. Estos desarrollos suelen ubicarse en zonas estratégicas de expansión, donde el costo del terreno permite construir casas accesibles, sin sacrificar elementos básicos de habitabilidad.

En la actualidad, alcaldías como Milpa Alta, Tláhuac, parte de Iztapalapa y límites de la CDMX con municipios del Estado de México siguen siendo puntos clave para este tipo de viviendas. Allí es posible encontrar casas nuevas o seminuevas por debajo del millón y medio de pesos, dependiendo de características como terreno, número de niveles o acabados.

Muchos de estos proyectos han sido impulsados con participación de instituciones de vivienda y han mejorado en términos de diseño urbano, áreas verdes, movilidad y servicios. Si bien es necesario considerar los tiempos de traslado hacia el trabajo o centros escolares, para muchas familias representa una forma viable de lograr un patrimonio propio sin endeudarse en exceso.

Mito: "No vale la pena comprar casas baratas porque no gana valor"

La idea de que las casas económicas no generan plusvalía también es inexacta. Aunque es cierto que las zonas con mayor valor histórico o demanda constante tienden a tener incrementos más pronunciados en el precio, esto no significa que las casas de bajo costo estén estancadas.

De hecho, muchas colonias periféricas han ganado valor en los últimos años gracias a proyectos de movilidad, renovación urbana o inversión pública en infraestructura. Además, el crecimiento poblacional y la escasez de suelo habitable en zonas céntricas tiende a desplazar la demanda hacia otras regiones, lo que puede impulsar la valorización de inmuebles en colonias emergentes.

El crecimiento de la plusvalía también depende del estado de conservación del inmueble, de los servicios cercanos y de la evolución del entorno. Comprar barato no implica que el valor se mantenga estático. Con visión a mediano plazo, es posible obtener ganancias razonables, especialmente si se compra a buen precio y se cuida la propiedad.

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