• Tlaxcala
  • Erika Pérez
Tlaxcala: Donde la Tierra Conversa con la Historia.

El metepantle, una técnica agrícola tradicional que ha pasado de generación en generación en Tlaxcala, ha sido reconocido internacionalmente por la FAO como uno de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM). 

 

Este reconocimiento coloca al estado entre los pocos privilegiados a nivel global que resguardan prácticas agroecológicas excepcionales por su biodiversidad, raíces indígenas y sostenibilidad.

 

Esta forma ancestral de cultivo, desarrollada por comunidades nahuas en tierras montañosas y semiáridas, consiste en terrazas agrícolas donde florecen el maíz, el agave, el frijol, la calabaza y múltiples plantas silvestres. Más allá de producir alimentos, el metepantle preserva un ecosistema diverso con más de 140 especies nativas, incluyendo 40 variedades autóctonas de maíz y unas 30 especies de hortalizas comestibles.

 

El metepantle también cumple funciones ecológicas vitales: previene la erosión, mantiene hábitats para polinizadores y provee recursos como fibras, bebidas y alimentos. Su conservación ha sido posible gracias al compromiso de las comunidades locales, que siguen organizando ferias de semillas, redes de intercambio y prácticas agrícolas heredadas.

 

“Estos sistemas son faros de esperanza; nos demuestran que el saber ancestral puede ofrecer soluciones reales frente al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y los desafíos alimentarios”, expresó Kaveh Zahedi, representante de la FAO en temas de cambio climático.

 

Con esta distinción, Tlaxcala se une a una exclusiva lista de regiones mexicanas reconocidas por proteger no solo la fertilidad de sus tierras, sino también el conocimiento ancestral que las nutre. El metepantle es más que una técnica agrícola: es símbolo de resistencia, de identidad y de un legado vivo que sigue alimentando a México.