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Una mujer acusa a Brenda Angélica N., quien busca una candidatura y es miembro de un colectivo de derechos humanos, por presunto abuso de confianza. La víctima afirma haber sido engañada con cobros excesivos durante un proceso legal. También denuncia actos de intimidación tras confrontarla en vía pública, esto lo dio a conocer a través de las redes sociales la activista, Yeny Charrez Carlos.
Dijo que la abogada y aspirante a candidata Brenda Angélica N. ha sido señalada públicamente por una víctima que la acusa de haberle cobrado una considerable suma de dinero durante la gestión de un asunto jurídico, sin que hasta ahora se haya dado claridad sobre el destino o la justificación de dichos recursos.
Charrez Carlos, sostuvo que de acuerdo con el testimonio de la denunciante, cuando surgieron dudas sobre el elevado monto de dinero entregado, Brenda Angélica acudió a los juzgados, llegando incluso a involucrar al juez Sergio N., quien tenía conocimiento del caso. El juez, según se ha informado, negó categóricamente haber solicitado dinero alguno, deslindándose de cualquier acusación y dejando entrever una posible mala práctica por parte de la abogada.
A este hecho se suma que, recientemente, la víctima fue notificada de una medida de protección emitida por el Ministerio Público, la cual considera desproporcionada y posiblemente motivada por influencias externas. Según relata, existen presuntos nexos de Brenda Angélica con personal de la Fiscalía del Estado de Tlaxcala, particularmente en el área de Apizaco, lo que genera preocupación sobre la imparcialidad del proceso.
Brenda Angélica N. es miembro del grupo RCP, una organización que se identifica con la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, preocupa que siendo aún aspirante —y no titular de un cargo público— ya se denuncien actos de intimidación contra ciudadanos que expresan su desacuerdo.
El hecho que desencadenó esta situación habría sido un reclamo directo que la víctima hizo en plena vía pública durante una actividad de campaña, cuestionando la conducta de Brenda mientras ejercía como abogada. La reacción posterior ha sido interpretada por algunos como un intento de silenciar la crítica y restringir el derecho a la libre expresión.
Además, según confesó la activista Yenny Charrez, ya existían señalamientos previos sobre la conducta de Brenda Angélica N. en otros casos, lo que refuerza las preocupaciones sobre su ética profesional y su cercanía con figuras de poder. Charrez hizo un llamado a otras víctimas a no quedarse en silencio y a las autoridades, a investigar sin sesgos ni favoritismos.