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La crisis al interior del Sindicato “7 de Mayo” se agudiza. Este lunes, varios trabajadores sindicalizados denunciaron que representantes del Comité Estatal, encabezado por la líder charra Karina Erazo, acudieron a Ciudad Judicial para amedrentar a empleados que han cuestionado las decisiones de su dirigencia.
Según relataron los afectados, los emisarios del sindicato advirtieron sobre la suspensión de derechos sindicales como represalia por manifestar públicamente su desacuerdo con una licencia con goce de sueldo otorgada a un trabajador que, además de estar vinculado familiarmente con Erazo, fue detenido por motivos que no han sido aclarados, pero que no impidieron que continuara cobrando su salario bajo el amparo del propio sindicato.
“Esto no es una defensa del sindicato, es una defensa de intereses personales. Nos amenazan por ejercer nuestra libertad de expresión, por denunciar abusos que todos conocemos”, expresó uno de los trabajadores que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a nuevas represalias.
Los inconformes señalan que este tipo de acciones se han vuelto sistemáticas bajo el liderazgo de Karina Erazo, a quien acusan de reproducir las mismas prácticas autoritarias que marcaron la gestión de su madre, Guadalupe Rodríguez Guzmán, exlíder del gremio.
Además de denunciar acoso y hostigamiento, los trabajadores señalan que se están utilizando los mecanismos internos del sindicato para castigar a los empleados disfrazando las sanciones de “medidas disciplinarias” en nombre de la estabilidad institucional.
“Lo que quieren es que nadie cuestione. Pero esto ya no se trata de una queja interna, se trata de proteger los derechos laborales y sindicales frente a una dirigencia que actúa con impunidad”, apuntaron.
Este nuevo episodio de conflicto deja al descubierto una vez más la fragilidad del sindicalismo cuando se pone al servicio de intereses personales, y no de la defensa colectiva de los trabajadores.