• Seguridad
  • Cristian Mastranzo Garrido
La ola de violencia contra comercios genera miedo e incertidumbre entre trabajadores y dueños de negocios.

La violencia contra negocios en Tlaxcala ha escalado en las últimas semanas, con múltiples robos cometidos con lujo de violencia en distintos puntos del estado. Comercios grandes y pequeños, desde tiendas de conveniencia hasta negocios locales, han sido blanco de delincuentes armados que actúan con rapidez y casi total impunidad, mientras la respuesta institucional parece no ser suficiente para contener esta tendencia alarmante.

El primer hecho se registró en la Plaza 10, en la colonia Centro de Tlaxcala capital, específicamente en un local de venta de maquillajes ubicado en el segundo piso. Dos hombres armados ingresaron al establecimiento y, tras amenazar al personal, se llevaron la caja registradora con efectivo. Uno de los atacantes portaba un arma de fuego y vestía sudadera gris, el otro, negra. Durante su huida, dejaron caer parte del arma, una pistola con la leyenda Jennings Firearms by Arms Irvine CA USA modelo 48 .380, que ya fue asegurada por las autoridades para ser puesta a disposición de la Fiscalía estatal.

Minutos después, en la intersección de calle Xicoténcatl y Centenario, en la colonia Fátima de Apizaco, un sujeto encapuchado y con sudadera gris simuló portar un arma y exigió el dinero en efectivo que las empleadas del OXXO guardaban en un sobre, debido a que la caja registradora estaba descompuesta. 

Se llevó aproximadamente 800 pesos y huyó del lugar a pie sin ser localizado. La encargada del lugar ya había reportado la falla de la caja a su gerente, sin haber recibido solución.

En San Benito Xaltocan, Yauhquemecan, se registró otro robo violento en la tienda de abarrotes Super Market. Caridad Esperancita Cuapio Flores, de 35 años, fue sorprendida por dos hombres mientras realizaba el corte de caja. La amarraron con cinta blanca, la amenazaron con una navaja y se llevaron dinero en efectivo y botellas de licor. La víctima sufrió una crisis nerviosa y fue atendida por personal de Protección Civil, sin requerir traslado médico.

Finalmente, en Plaza Diamante en el municipio de Chiautempan, dos sujetos armados asaltaron otro OXXO. Ingresaron cerca de las 22:18 horas y, tras amenazar verbalmente a la empleada de 37 años, la despojaron de 1,000 pesos, cervezas y su celular. Huyeron a pie por una zona cercana a los baños de la plaza sin que se lograra su captura.

En todos los casos, los agresores actuaron con total impunidad, sin que las fuerzas de seguridad lograran detenciones en el momento de los hechos. A pesar de los operativos y de la intervención de policías municipales y estatales, los responsables no han sido identificados ni detenidos, y en algunos casos, las víctimas ni siquiera proporcionaron descripciones claras, ya sea por temor o por encontrarse en estado de shock.

Mientras tanto, la ola de violencia contra comercios genera miedo e incertidumbre entre trabajadores y dueños de negocios, quienes ven cómo las denuncias y los patrullajes no frenan la delincuencia.