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  • Adolfo Tenahua Ramos
Es hijo del ex Director General José Luis Flores Aguilar, cuya gestión terminó envuelta en escándalos y presuntas irregularidades, incluyendo el uso indebido de unidades oficiales por parte de su familia.

La reciente llegada de Raúl Ramsés Flores Solís como nuevo Director Administrativo del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado (CECyTE), tras la trágica muerte de Óscar Máximo Luna Capilla, ha generado  inconformidades entre trabajadores y personal del subsistema, quienes acusan nepotismo, favoritismos y una alarmante falta de experiencia en la nueva administración.

Lejos de representar un nuevo comienzo, la designación de Flores Solís —un joven sin trayectoria administrativa comprobada— ha sido vista por muchos como una imposición heredada, ya que es hijo del ex Director General José Luis Flores Aguilar, cuya gestión terminó envuelta en escándalos y presuntas irregularidades, incluyendo el uso indebido de unidades oficiales por parte de su familia.

 “Hoy parece que ser hijo de alguien pesa más que tener capacidad”, lamentan trabajadores que prefieren mantenerse en el anonimato.

La situación se ha agravado con la reaparición de personajes polémicos como Jesús Aguilar Morales, actual Subdirector de Recursos Humanos, señalado por su influencia excesiva en la asignación de puestos y movimientos internos. Se dice que fue él quien impuso a varios funcionarios sin perfil adecuado, promoviendo un clima de tensión y desmotivación entre el personal operativo. Aguilar Morales, además, es mencionado como posible futuro Secretario Técnico del Colegio, a pesar de los múltiples señalamientos por manipulación de plazas y beneficios a amigos cercanos.

Otra figura que ha generado molestia entre los trabajadores es Ana Karen Flores Villegas, quien, tras haber sido señalada en el pasado por relaciones personales dentro del Colegio, ha retomado un papel activo en la nueva administración. Su cercanía con Flores Solís ha sido vista por algunos como un símbolo de los vínculos personales por encima del profesionalismo.

Asimismo, destaca el caso de Rubén González Cruz, ex Secretario Técnico y viejo aliado del padre del nuevo director administrativo, quien ahora trabaja en el almacén entregando insumos básicos, pero cuya influencia política podría resurgir ante los nuevos acomodos.

Aunado a esto, se han nombrado jefaturas y subdirecciones con personal sin experiencia, lo que ha profundizado la percepción de desorganización y favoritismo. “No se trata de una reestructura, sino de una repartición de cargos entre amistades y personas cercanas. Así no se construye una institución seria”, denuncian empleados del Colegio.

Por estos hechos, la comunidad interna del CECyTE exige a las autoridades estatales que frenen la politización de una institución educativa clave para el estado, y que se privilegie la capacidad técnica, la transparencia y el compromiso real con los estudiantes y el personal.