- Política
El diputado Emilio de la Peña Aponte ha destacado en los últimos meses más por su presencia mediática y anuncios personales, como su próxima boda, que por su desempeño en el Congreso. Mientras presume fotografías en los pasillos del recinto y genera expectativa por su vida privada, sus números legislativos reflejan que es uno de los diputados con menor productividad del actual periodo legislativo.
Según datos oficiales, Emilio de la Peña Aponte no ha presentado iniciativas. Su participación en comisiones y debates es limitada, y no cuenta con iniciativas significativas que hayan avanzado en beneficio de sus representados.
Esta falta de compromiso legislativo contrasta con la imagen que el diputado busca proyectar públicamente, lo que ha generado críticas de los ciudadanos que exigen resultados y responsabilidad en el ejercicio público.
Emilio de la Peña debe dejar atrás la complacencia y demostrar con hechos que puede contribuir activamente al desarrollo legislativo y a la atención de las necesidades de sus electores y dejar a un lado el protagonismo y el egocentrismo con el que se conduce y que ha generado malestar entre la gente de su distrito, que dicho sea de paso lo califican como traidor luego de dejar el partido de Redes Sociales Progresistas para sumarse a las filas de Morena.