• Apetatitlán
  • Adolfo Tenahua Ramos
El cierre de la lechería ocurrió sin previo aviso, sin consulta y sin explicación oficial por parte del edil.

La indignación entre los habitantes de la comunidad de Belén ha alcanzado su punto más alto, luego de que se confirmara el cierre definitivo de la lechería Liconsa que operaba en la zona, hecho que los vecinos atribuyen directamente a la negligencia, omisión y total indiferencia del presidente municipal de Apetatitlán, Azaín Ávalos Marbán.

El alcalde, quien en reiteradas ocasiones ha declarado que su gobierno está enfocado en apoyar a los pobres, atender a los más necesitados y fortalecer los programas sociales, ha quedado exhibido por sus propias acciones. Según los pobladores, el discurso del edil es completamente falso, ya que en los hechos ha demostrado un absoluto desprecio por los sectores vulnerables, dejando a la deriva a decenas de familias que dependían de esta lechería para acceder a productos básicos a bajo costo.

“El presidente dice que apoya a los que menos tienen, pero es puro cuento. En la práctica, abandona a la gente y deja perder los pocos apoyos que teníamos. Eso no es gobernar, es traicionar al pueblo”, afirmó un habitante afectado.

El cierre de la lechería ocurrió sin previo aviso, sin consulta y sin explicación oficial por parte del edil, lo que ha molestado a los habitantes, calificando el acto como arbitrario ya que no les han dado explicaciones de los motivos que generaron el cierre del lugar.

El cierre de este abasto subsidiado,  ha generado sospechas de irregularidades, posibles actos de corrupción e incluso acuerdos oscuros detrás de esta decisión.

Los vecinos califican de grave la falta de gestión del edil y aseguran que no movió un solo dedo para evitar que la lechería cerrara, a pesar de la importancia social que tenía. “Nos deja sin opciones, sin apoyo, sin respuesta.

La comunidad exige una explicación inmediata, así como una investigación seria que aclare si hubo intereses personales o políticos en el cierre de esta lechería. Advierten que no permitirán que este acto de abandono quede impune, ya que representa un atentado directo contra el bienestar de las familias más necesitadas de Belén.