- Zacatelco
En completo silencio se mantiene la salida del ayuntamiento del encargado de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Zacatelco, Valentín Hernández Minor, quien a pesar de haber llegado a este cargo desde el primero minuto de la administración del alcalde Miguel Ángel Acatzi Luna, los resultados que brindó a la ciudadanía fueron deficientes.
Y es que, curiosamente, desde su llegada los índices delictivos en esta ciudad se dispararon de forma alarmante al grado de que Zacatelco ya es conocido como “El Corazón de los Robos” y cuya situación habría propiciado su salida de la administración, además de que durante los 10 primeros meses del gobierno aliancista este funcionario se convirtió más en el guarura personal del presidente municipal.
Pese a que la noticia sobre su salida ya es un secreto a voces, el presidente municipal ha guardado un silencio total, generando muchas interrogantes sobre los motivos que orillaron a Acatzi Luna a prescindir de sus servicios o si finalmente se percató que con la llegada de su amigo los asaltos, asesinatos, robo de autos, establecimientos y otros ilícitos, también se dispararon.
Lo que es un hecho, es que el directivo salió por la puerta de atrás y con mucho sigilo, como si algo se ocultaran, cuando lo que merece la ciudadanía de Zacatelco, es saber en manos de quién se encuentra su seguridad.
Algo que llama la atención es que ya hay relevo, pues la persona encargada de la Dirección de Seguridad Pública responde al nombre de Milton Montiel García, pero se desconoce si se trata de alguien interino o ya el sustituto del guarura.
Para su mala fortuna, al nuevo encargado ya le dieron la bienvenida con algunos robos y con un intento de levantón sobre la carretera federal, como se pudo apreciar en cámaras de seguridad y cuyo incidente fue matizado por el alcalde, al asegurar que se trató de una simple riña, a la que por cierto, sus elementos de Seguridad Pública nunca arribaron ni acudieron al llamado de auxilio, pero eso sí, aseguraron tener toda la información basados en meras interpretaciones.