- Tlaxcala
El mercado automotor uruguayo está atravesando una transformación silenciosa pero estructural: cada vez más personas que históricamente apuntaban a un 0 km base, hoy deciden invertir en un usado “premium”, con mejor equipamiento y menor depreciación. Esta tendencia, que se acelera en ciudades como Montevideo, Canelones y Maldonado, responde tanto a razones económicas como a un cambio cultural en la valoración del vehículo como activo.
Con precios de 0 km que en 2025 superan los 18 000 USD para modelos de entrada como el Renault Kwid o el Fiat Mobi, muchas familias comienzan a mirar opciones del segmento B o incluso C del mercado de segunda mano. Un Chevrolet Cruze LT 2022 o un Volkswagen Virtus Highline con 25 000 km, por ejemplo, se consiguen por menos de 17 000 USD y ofrecen seis airbags, control de estabilidad, pantalla multimedia y un motor más elástico que los citycars de entrada.
El valor de lo que ya fue depreciado
En un contexto de inflación moderada y dólar estable, los autos nuevos pierden valor rápidamente en el primer año. El comprador informado lo sabe: quien opta por un vehículo con 12 a 24 meses de uso asume una pérdida de valor mucho menor y gana en prestaciones. Este razonamiento es cada vez más frecuente en Montevideo, donde jóvenes profesionales eligen vehículos como Peugeot 208 GT o Hyundai HB20s con pocos kilómetros, antes que autos nuevos con aire y dirección como únicas virtudes.
Esta lógica se extiende al interior del país. En Maldonado, por ejemplo, los propietarios que adquirieron SUV 0 km antes del verano —como Jeep Renegade, Nissan Kicks o Ford EcoSport— ya comienzan a volcar esas unidades al mercado. Así, quien tenga el presupuesto listo entre marzo y agosto puede acceder a productos que costaban más de 35 000 USD en concesionaria por cifras cercanas a los 28 000, - tal cual puedes ver en portales de autos usados en venta como Heiwork, según estado y kilometraje.
Canelones y Colonia: más por menos
Canelones, con su crecimiento urbano en el eje Costa de Oro, refleja una demanda por autos familiares usados con mayor seguridad. Modelos como Toyota Corolla XEi o Honda Civic EXL de hasta diez años de antigüedad muestran muy buena reventa. Son unidades que en Montevideo ya no generan tanto interés por cuestiones impositivas o restricciones de circulación, pero que en ciudades como Atlántida, Las Piedras o Ciudad de la Costa tienen mercado activo y precios más accesibles.
En Colonia, donde la rotación del parque automotor es más lenta, los usados premium conservan mejor su valor con el paso del tiempo. Muchos particulares con vínculos comerciales con Argentina priorizan versiones full de marcas japonesas y alemanas, incluso con más de 100 000 km. Esto se ve reflejado en la demanda constante de Volkswagen Vento, Toyota Prius o incluso Audi A3 en versiones manuales o multitronic, aunque con disponibilidad más limitada.
Las financieras acompañan el cambio
Este viraje en los hábitos de consumo también está siendo absorbido por las instituciones crediticias. Las financieras más activas del país han flexibilizado sus planes para unidades con hasta seis años de antigüedad, con tasas fijas y plazos de hasta 36 cuotas. Esta nueva modalidad permite acceder a un vehículo con ESP, cámara de reversa y climatizador automático, por el mismo valor mensual que implicaría un 0 km básico sin estos elementos de confort ni seguridad.
En Montevideo, el acceso a financiación en pesos sin entrega inicial está reconfigurando la decisión de compra. Más del 40 % de quienes compraron autos usados de gama media durante el último año lo hicieron a través de un crédito blando, según un relevamiento de Plaza Motors y Grupo Fiancar. La tendencia también llega a Maldonado, donde el financiamiento del usado de alta gama es una herramienta para quienes alquilan su unidad en verano y la revenden a buen precio en otoño.
Un consumidor más estratégico
El nuevo comprador uruguayo de autos usados - explican en este portal de venta de usados en Uruguay - no busca solo precio: exige equipamiento, historial de mantenimiento y un valor residual estable. Se informa en línea, compara fichas técnicas y hasta consulta el precio de reventa proyectado en portales como Gallito o OLX Autos. Esta madurez también impulsa prácticas más transparentes: quienes venden acompañan con certificados de mecánica, pericias visuales o incluso pruebas de ruta con técnicos independientes.
El auto ya no se compra “porque hay que tener uno”. Hoy se compra con cálculo de depreciación, con mirada de mediano plazo y con una sensibilidad mucho mayor al uso real que se le dará. En Uruguay, y especialmente en el corredor Montevideo–Canelones–Maldonado, esto se traduce en un mercado más sofisticado, que ya dejó atrás la dicotomía entre 0 km o usado barato, para dar lugar a una tercera vía: la del usado premium, elegido con la cabeza y no solo con el bolsillo.