• Educación
  • Cristian Mastranzo Garrido
El blanco de sus vestimentas simbolizaba no solo la paz.

Docentes vestidos de blanco y con el corazón cargado de dolor, recorrieron  las principales calles de la capital tlaxcalteca en una marcha pacífica y silenciosa para exigir justicia por la muerte del profesor José Manuel N., quien desapareció el pasado 4 de julio y fue encontrado sin vida el 8 de julio en el municipio de San Pablo del Monte y cuyo presunto imputado fue su propio alumno.

La movilización fue encabezada por Teresa Meneses, secretaria general del SNTE Sección 55, quien, con voz firme y acompañada de compañeros, familiares y amigos del docente, portaba pancartas con mensajes desgarradores como “Justicia para José Manuel” y “Ni un docente más”. 

El blanco de sus vestimentas simbolizaba no solo la paz, sino también la esperanza de que la tragedia que los une nunca vuelva a repetirse.

José Manuel N. era un maestro dedicado que impartía clases en el EMSAD, y su desaparición y posterior muerte han dejado una profunda herida en la comunidad educativa y en quienes lo conocieron. Los manifestantes exigieron que las autoridades no solo esclarezcan las circunstancias que rodearon esta fatalidad, sino que también garanticen la seguridad de todos los docentes en el estado.

“Hoy no solo marchamos por José Manuel, sino por todos los maestros que día a día salen a enseñar con la incertidumbre de no saber si regresarán a casa”, expresó una de las docentes presentes, visiblemente emocionada.

El recorrido silencioso atravesó las principales avenidas y calles del centro de Tlaxcala, donde los ciudadanos que se acercaban observaban con respeto y solidaridad la manifestación, reflejando el impacto que ha causado esta pérdida.

Al concluir la marcha, Teresa Meneses reiteró el compromiso del SNTE Sección 55 para seguir luchando por mejores condiciones y garantías para los educadores, señalando que “la educación no puede avanzar si quienes la imparten están en riesgo”.

Con esta emotiva marcha, el magisterio tlaxcalteca envió un poderoso mensaje: la exigencia de justicia y seguridad no se detendrá hasta que se proteja la vida y dignidad de todos los docentes.