- Zacatelco
En medio de una investigación por presuntas omisiones que habrían puesto en riesgo a menores durante un acto escolar, Valeria Lorety, presidenta de comunidad de la Sección Segunda de Zacatelco, se ha negado rotundamente a dejar el cargo, desafiando el llamado del cabildo y la autoridad moral que exige su separación temporal.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) abrió el expediente CEDHT/VEGT/20/2025 tras los hechos ocurridos en la clausura de la primaria Manuel Altamirano, donde, según reportes oficiales, la funcionaria habría incurrido en conductas inapropiadas o negligentes, vulnerando los derechos de niñas y niños asistentes al evento.
En lugar de colaborar con las autoridades, Lorety ha optado por atrincherarse en su puesto, bajo el argumento de que "no cometió ninguna falta", actitud que ha generado molestia entre integrantes del ayuntamiento y actores del sector educativo, quienes consideran su postura como un intento de obstaculizar las investigaciones y evadir responsabilidades.
Pese a que no existe una figura legal que obligue su salida, el contexto exige, según especialistas en derechos humanos, un mínimo de ética pública. "No se trata de culpabilidad todavía, sino de permitir que las instancias investiguen sin interferencia ni sospechas", señalaron fuentes cercanas al caso.
Mientras tanto, el desacato de la funcionaria manifiesta su deseo de aferrarse al poder aún en medio de cuestionamientos graves, pero tal parece que a la funcionaria le valen los requerimientos y quiere seguir disfrutando del fuero que tiene para aprovecharse y sacar ventaja de la situación.


