- Apetatitlán
El alcalde de Apetatitlán, Azaín Ávalos Marbán, intenta ahora posicionarse como paladín contra la corrupción, pese a haber sido él mismo quien puso al frente de la Seguridad Pública a un personaje de dudosa reputación.
Y es que el edil despidió a José Francisco Macías Hernández como director de Seguridad Pública, decisión que lejos de generar orden, desatófuertes críticas ya que dijo que fue cesado por incurrir en actos de corrupción al extorsionar a un ciudadano.
Lo contradictorio del caso es que el alcalde Ávalos Marbán ha intentado justificar la remoción alegando “presuntos actos de corrupción” por parte del exfuncionario, cuando fue él mismo quien lo designó, a pesar de los múltiples señalamientos que ya arrastraba el ahora exdirector. Esta jugada política parece más una estrategia para desviar la atención de su propia responsabilidad en la crisis de seguridad que vive el municipio.
Fuentes cercanas al ayuntamiento señalan que los elementos de seguridad se encuentran molestos no solo por el despido, sino por el doble discurso del edil, quien ahora pretende erigirse como autoridad moral, cuando en realidad está intentando corregir —de manera torpe y tardía— sus propios errores.
Con esta crisis interna, Apetatitlán ha quedado prácticamente sin dirección clara en materia de seguridad, lo que representa un riesgo latente para la ciudadanía y un nuevo tropiezo para una administración cada vez más cuestionada por su falta de capacidad, planeación y coherencia.
La ciudadanía, por su parte, comienza a exigir cuentas claras y decisiones verdaderamente responsables, no simulaciones que buscan salvar la imagen de un gobierno que se ha dedicado a repartir culpas y no asumir su verdadera responsabilidad.
Ahora el edil intenta hacerse el héroe cuando él mismo fue tapadera de las corruptelas de su director de seguridad y ahora que se sintió acorralado por las denuncias de la ciudadanía por su pésimo desempeño en seguridad intenta curarse en salud.