• Educación
  • Rosario Techalotzi Ramos
Los asistentes confirmaron ese día que el evento fue una auténtica porquería, mal organizado y sin control.

Después del vergonzoso momento en que supuestamente la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros fue abucheada durante la ceremonia de graduación del COBAT 01, las autoridades del plantel no encontraron mejor manera de intentar enmendar el papelón que publicando un desplegado plagado de elogios forzados y frases vacías.

El responsable del acto fue el poblano José Alonso Trujillo Domínguez, actual Director General del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala, quien, en lugar de asumir su responsabilidad por el desastroso evento, optó por redactar —o más bien ordenar— un texto que raya en el servilismo, alabando a la mandataria estatal en un intento desesperado por evitar represalias tras el sonoro rechazo que recibió frente a estudiantes y padres de familia.

Ademas, los asistentes confirmaron ese día que el evento fue una auténtica porquería, mal organizado y sin control. 

Y aunque el director general intentó lavarse las manos, las críticas no se han hecho esperar. Incluso, ya se rumora la posible destitución de Trujillo Domínguez, quien ha sido severamente cuestionado desde su llegada al cargo, no sólo por su falta de liderazgo, sino también por su evidente desconocimiento del contexto educativo local, al ser foráneo.

Pero no fue el único que cayó en la adulación. El director del plantel, Carlos García Sampedro, también se sumó al tono de sumisión institucional, dejando de lado las voces de inconformidad que padres, alumnos y docentes han hecho sonar con fuerza.

En lugar de ofrecer una explicación o asumir las fallas logísticas y políticas que evidenció la ceremonia, las autoridades decidieron apostarle al viejo recurso de la propaganda institucional, esa que cada vez convence menos y molesta más.

Mientras tanto, la comunidad estudiantil y los docentes esperan resultados concretos y no circos y espectaculos montados por el funcionario que se ha caracterizado por un pésimo desempeño y su flojera y arrogancia para dirigir la dirección general.