• Tlaxcala
  • Cristian Mastranzo Garrido
Lejos de mostrar humanidad, el exdiputado aprovechó la presencia de medios para montarse sobre el dolor ajeno, sin importarle el luto que embargaba a quienes apenas horas antes habían perdido a su ser querido.

En un acto insensible y oportunista, el exdiputado Miguel Ángel Covarrubias Cervantes volvió a hacer gala de su protagonismo en medio de una tragedia que cobró la vida de un joven trabajador. En lugar de mostrar respeto o solidaridad, el exlegislador armó un escándalo público en el sitio del accidente, vociferando en contra de la Policía Federal y montando su ya conocido “circo político”, sin importar el dolor de la familia afectada.

El pasado viernes, Edgar Jasiel Rodríguez, conocido como “Tilín” y de apenas 22 años, perdió la vida tras impactarse con una unidad oficial de Protección Federal sobre la Vía Corta Puebla–Santa Ana Chiautempan, a la altura del municipio de La Magdalena Tlaltelulco. 

El joven laboraba como repartidor de comida por medio de una plataforma digital. Edgar Jasiel fue egresado del plantel 134 del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) en Tetlanohcan, donde se graduó como técnico en Ofimática. Era también un apasionado del básquetbol y era muy querido por sus compañeros. Este domingo, familiares y amigos le dieron el último adiós entre llanto y profundo dolor.

Sin embargo, mientras la familia vivía su duelo y trataba de despedirse con dignidad del joven, Covarrubias irrumpió con gritos y ataques hacia los cuerpos de seguridad, pasando por encima del sufrimiento de los deudos. En lugar de acompañar con respeto el momento, utilizó la tragedia para atraer reflectores y lanzar acusaciones, protagonizando una escena bochornosa que ha sido ampliamente reprobada en redes sociales.

Lejos de mostrar humanidad, el exdiputado aprovechó la presencia de medios para montarse sobre el dolor ajeno, sin importarle el luto que embargaba a quienes apenas horas antes habían perdido a su ser querido. Una vez más, Miguel Ángel Covarrubias dejó claro que su necesidad de figurar no respeta ni la muerte ni el sufrimiento humano.