- Política
El diputado local del Partido del Trabajo (PT), Silvano Garay Ulloa, busca que los migrantes tlaxcaltecas tengan derecho a votar en la elección de gobernador. Sin embargo, más allá del discurso, su desempeño ha sido duramente cuestionado por su inactividad, nula productividad legislativa y su costumbre de vivir del presupuesto sin rendir cuentas reales a la ciudadanía.
A lo largo de su paso por el Congreso, Garay ha sido señalado como uno de los diputados con escaso trabajo parlamentario, pues sus intervenciones en tribuna son mínimas y sus propuestas carecen de impacto en la vida pública de Tlaxcala. En contraste, su sueldo y beneficios como legislador se mantienen puntuales, lo que le ha valido críticas por ser un político que cobra sin trabajar.
El diputado petista tampoco ha impulsado leyes, reformas o gestiones que atiendan las principales necesidades del estado, como la seguridad, la falta de empleos, el campo abandonado o la crisis en los servicios de salud. Para muchos, su paso por el congreso local se ha convertido en un ejemplo de cómo algunos políticos hacen carrera a costa de los ciudadanos, sin ofrecer soluciones concretas.
Pese a su falta de resultados, ahora pretende proyectarse con la bandera de los migrantes tlaxcaltecas en Estados Unidos, proponiendo el derecho al voto en elecciones estatales. Más que un verdadero compromiso, se trata de una estrategia para mantenerse vigente políticamente, mientras Tlaxcala sigue esperando un representante que realmente trabaje.
Con ello, Silvano Garay confirma la percepción de ser un diputado improductivo, alejado de las prioridades locales y acostumbrado a vivir del erario, en un estado que demanda resultados y no discursos vacíos.