- Educación
Mientras los 24 planteles del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (COBAT) se encuentran en franco deterioro, el director general José Alonso Trujillo Domínguez prefiere distraerse en negocios políticos y arreglos sindicales que en atender la educación de miles de estudiantes.
Docentes del subsistema denunciaron que Trujillo, en complicidad con Domitila Guevara Flores, ha convertido al Sindicato de Trabajadores Académicos del COBAT (STACOBAT) en una estructura de control y clientelismo, donde las cuotas sindicales se diluyen en la opacidad y la corrupción.
El último agravio llegó con la entrega de una chamarra por maestro, medida que los trabajadores calificaron como un insulto y una burla para justificar millones de pesos descontados de sus salarios durante años.
La convocatoria enviada por Guevara a través de WhatsApp, en la que pedía a los docentes acudir a probarse tallas y tomarse fotografías para credenciales, terminó por encender aún más la molestia, ya que quedó demostrado que los funcionarios sólo buscan oportunidades para seguir haciendo negocio con los propios maestros a través de la adquisición de una chamara que presuntamente inflará los costos.
“Un trámite menor se convirtió en el recordatorio de que estamos frente a un sindicato secuestrado y una administración indolente”, añadieron.
Los docentes subrayan que no existe un secretario general legítimo que los represente, que las delegaciones sindicales se imponen sin democracia, y que Trujillo ha confundido la dirección del COBAT con un botín político.
“El director es responsable del abandono de los planteles y del saqueo disfrazado de cuotas. Ha roto el pacto de confianza con los maestros y con Tlaxcala. Hoy exigimos que se le investigue y se le pida cuentas”, sentenciaron.
Los trabajadores advirtieron que, si las autoridades estatales no actúan, la inconformidad podría transformarse en un movimiento mayor.