- Seguridad
En el primer trimestre de 2025, el volumen de gas LP ordeñado de los ductos de Pemex aumentó más de 100 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2024, al pasar de 61 mil a 123 mil toneladas, según un reporte interno de la petrolera.
De acuerdo con el documento fechado en julio, las pérdidas económicas para Pemex ascendieron a mil 440 millones de pesos en su sistema de transporte Cactus-Guadalajara, la infraestructura más importante para el traslado de gas LP en el país.
El pico más alto de ordeña se registró en marzo, cuando se desviaron 40 mil 846 toneladas, lo que representó pérdidas estimadas de 16 millones de pesos diarios por la extracción ilegal del combustible.
La situación ocurre mientras el Gobierno federal sostiene que han disminuido las tomas clandestinas. En términos de número, las perforaciones a ductos bajaron apenas 5.4 por ciento, de 296 en los primeros tres meses de 2024 a 280 en el mismo periodo de 2025. Sin embargo, pese a haber menos piquetes, el volumen robado se duplicó.
El área de Regulación, Medición, Calidad, Balance y Desarrollo Comercial de Logística de Pemex señaló que estas “Pérdidas No Operativas” forman parte de los insumos remitidos a la Gerencia Jurídico Penal para la elaboración de denuncias ante las autoridades correspondientes.
En cuanto a las tomas clandestinas, el informe detalla que en marzo se localizaron 134 perforaciones ilegales, de las cuales 116 fueron detectadas en Puebla, entidad que encabeza la lista de robo de gas LP. Los municipios más afectados son Tepeaca, San Salvador, Tlahuapan, Huejotzingo y San Martín Texmelucan.
En Tlaxcala, el problema se concentra en Calpulalpan, mientras que en el Estado de México se reportan ordeñas en Nextlalpan, Tepetlaoxtoc, Polotitlán, Aculco, Jilotepec y Tonanitla.
El reporte atribuye el robo de gas a células de La Familia Michoacana y grupos locales presuntamente respaldados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), además del Cártel de Santa Rosa de Lima y bandas regionales que operan en el llamado Triángulo Rojo y en los límites de Hidalgo con Querétaro.
El gasoducto Cactus-Guadalajara es la infraestructura más golpeada por estas prácticas, ya que atraviesa los estados de Chiapas, Tabasco, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Jalisco, conectando los principales centros de consumo con las zonas de suministro.